martes, 15 de septiembre de 2009

Y DESCOLGO EL ULTIMO POSTER...


Hay más espacio en el cuarto de la casa de Tandil. Se ha descolgado el último póster. A los 20 años, Juan Martín del Potro entra en la historia del tenis nacional. Llena el formulario de Vilas, Sabatini y Gaudio, los únicos argentinos que saben lo que es ganar un Grand Slam. Su nombre figurará en ese trofeo debajo de Bill Tilden, Rene Lacoste, Fred Perry, Donald Budge, Roy Emerson, Rod Laver, Arthur Ashe, Illie Nastase, Guillermo Vilas, Jimmy Connors, John Mc Enroe, Ivan Lendl, Mats Wilander, Stefan Edberg, Boris Becker, Andre Agassi, Pete Sampras, Patrick Rafter, Lleyton Hewitt y Roger Federer, que había festejado consecutivamente en los últimos cinco años.

Vale darle contexto histórico a este momento memorable, épico. No sólo se trata de lo que ganó, sino también a quién le ganó y cómo le ganó. De 2004 a 2008, desfilaron ante el gran Rogelio en la final Hewitt, Agassi, Roddick, Djokovic y Murray. Ninguno había logrado siquiera llevarlo a un quinto set. La última final con cinco había sido la de Agassi contra Todd Martin en 1999. Juan tenía 10 años y ya soñaba con hacer realidad la canción de Sinatra. Federer había perdido su último partido en el US Open contra Nalbandian en los cuartos de final de ¡2003! Ahí ya tenía 14, era "el futuro del tenis argentino" y se medía con mayores en sus primeros torneos profesionales. El póster casi se cae en París, en las semifinales de Rolanga. Ese día, la bronca de Juan contrastó con la cara de alivio y admiración que había mostrado en caídas anteriores contra esta auténtica leyenda viva.

A Federer lo amamos, es un auténtico campeón también cuando pierde. Juan le ganó al hombre al que todos le quieren ganar y al que nadie (salvo Nadal) le podía ganar. El 3-6 del primer set, con prematuro quiebre, sonaba a la misma serenata de siempre. Pero, como contra el croata Cilic, empezó a imponer condiciones con su drive invertido cuando quedó break abajo en el segundo. El suizo no había perdido ni un tie break en las cinco finales anteriores. Set iguales, estuvo 4-3 y saque. Y se le fue con dos dobles faltas en el 4-5. Volvió a ponerse 4-3 y el servicio en el cuarto. No lo pudo liquidar. Al tie break otra vez. ¿Quién le ganó a Federer dos seguidos en una final de Grand Slam? Y siguió pegando. Nos conmovía verlo tirar y acertar desde todos lados. Así se le gana a un campeón, en un poquito más de cuatro horas. A Rafa en semis, a Rogelio en la final. Juan Martín del Potro entró en la historia. Descolgó el póster. Pero ese espacio en el cuarto de Tandil quedará vacío por poco tiempo. Ahora hay una copa para poner…

jueves, 10 de septiembre de 2009

LOS BEATLES, LA FELICIDAD Y TALVEZ $ 300

Ayer, 9/9/9 (número cabalístico que amaba Lennon), apareció en las pocas bateas que quedan en el mundo, la discografía completa de los Fabulosos cuatro remasterizada. Por esas cosas del azar (y de la generosidad ... amistosa de colega), pude escuchar exactamente dos temas de cada álbum. Vale la pena: el sonido está realmente mejorado, limpio y claro, con más volumen y cuerpo.
Resaltan mucho más los planos sonoros y las voces se lucen nuevamente, a la altura de estos tiempos tecnológicos. La conclusión es: qué bien grabaron los Beatles. Qué oído sensible el de George Martin. Y, claro, ni hablar de la calidad musical de John, Paul, George y Ringo. Ahora viene la parte seria: la colección de 14 discos cuesta 280 dólares, pero en la pagina de Amazon la The Beatles Stereo Box Set [BOX SET] [ORIGINAL RECORDING REMASTERED cuesta solo $179,99. Así que, amigos, familia, gente querida: para mi cumpleaños (13/10), Navidad, Reyes, Día del Padre, Día del Amigo, Día del Apicultor, Día de la Madre, Día de la Mujer, 1° de Mayo, Día de la Música, Día de los Santos Inocentes, Día del Niño pueeden agasajarme con la caja de los 14 CD remasterizados. Desde ya, gracias. ¡Muchísimas gracias!

miércoles, 9 de septiembre de 2009

EL FINAL DE LOS BEATLES


Los Beatles estuvieron profundamente arraigados en la conciencia, la propuesta, y la historia de Rolling Stone desde sus comienzos. Nuestra primera tapa en noviembre de 1967 fue John Lennon. Para ese momento, como el editor invitado Mikal Gilmore recuerda en este numero, los Beatles ya estaban empezando a deshacerse. Fue en ese contexto del colapso final de la banda que me encontré con John Lennon en 1970, para la serie de entrevistas que se transformarían en Lennon Recuerda, su relato definitivo de los Beatles (cómo vivían y hacían su música, qué les produjo y por qué se separaron) "Nos hartamos de ser sesionistas de Paul", me dijo John, rastreando el fin de la banda a la muerte del manager Brian Epstein en 1967. "Nos separamos ahí. Esa fue la desintegración"

Unos meses antes que nos juntáramos, John y Yoko Ono hicieron una visita sorpresa a San Francisco; nos habíamos estado carteando acerca de la posible entrevista, y vinieron, creo yo, a chequearme. Pronto me encontré haciendo de anfitrión de su fin de semana. Pasaron por nuestra oficina, dejando un staff de RS absolutamente pasmado a su paso. Un día, nos tomamos la tarde libre para ir a ver Let It Be, la película que registraba el último concierto en vivo de los Beatles. Jane Wenner y yo nos sentamos junto a John y Yoko en medio de la oscuridad, con el cine casi vacío, a ver cómo la banda se deshacía frente a nuestros ojos. Estaba todo ahí: las peleas, las discusiones que casi se iban a las piñas, los silencios helados. Y en medio de todo eso, la música, el gran y eterno arte que estos cuatro hombres habían hecho juntos. John nunca había visto la película, y cuando terminó estábamos los cuatro parados en la vereda del teatro, abrazados y llorando. Se había terminado. Los Beatles ya no existían.

Cuarenta años después, es difícil transmitir cuán sísmico había sido ese momento para el mundo. Desde el momento de su llegada a Nueva York, los Beatles habían sido la historia de nuestras propias vidas. Todos veían algo de sí mismos en John, Paul, George, y Ringo - en sus vidas, y también en sus extraordinarias canciones - y todos nos sentíamos conectados personalmente con ellos, con lo alegre y audaces que eran, con la manera en que se habían transformado a sí mismos de adolescentes pulidos y protegidos a aventureros mundanos y arriesgados. Hoy no hay nadie al que pueda compararse con lo que significaban para nosotros en ese entonces; desde entonces, el mundo nunca volvió a estar tan íntimamente involucrado con ningún músico popular o banda.

Mientras cerrábamos este número, como seguimos diciendo los de la gráfica, un estudio recién divulgado revelaba a qué nivel los Beatles siguen definiendo nuestro mundo. Según el Pew Research Center, el amor compartido por la banda contribuyó a achicar la brecha generacional en Estados Unidos, reduciendo significativamente los desacuerdos entre adolescentes y sus padres. Todos los grupos etarios relevados, desde los 16 a los 64, escucha rock & roll más que cualquier otro género musical - y los Beatles rankean en los primeros cuatro puestos de todos los grupos etarios.

"Hoy por hoy hay un amplio consenso entre distintas generaciones con respecto a un ámbito de la cultura norteamericana que en los '60 había sido un campo de batalla: la música", concluye el estudio. "¿Podrá ser que la razón por la que padres y adolescentes hoy ya no pelean tanto como lo hacían hace una generación sea que cuando las cosas llegan al límite, siempre pueden relajarse juntos escuchando un tema de los Beatles?"

Ese amor compartido por la música sigue formando parte de la esencia de Rolling Stone. Al igual que los Beatles, nosotros también empezamos con rebeldía adolescente, atraídos por algo que a nuestros padres no les gustaba ni podían entender, y ahora estamos orgullosos de que el rock & roll se haya vuelto algo que une a un país, a una cultura y a aquellos eternamente jóvenes. Es un homenaje a lo mejor de la música, a todo lo que sentimos esa tarde en San Francisco sentados en la oscuridad mirando Let It Be - la risa, el amor, la compasión, y a través de todo eso, la búsqueda de un mundo mejor.

Por Jann S. Wenner
TOMADO DE LA REVISTA ROLLING STONE ARGENTINA DE SEPTIEMBRE/09

MARADONA: UN CULTO AL DESCONCIERTO


ASUNCION.- "Todavía no estamos afuera del Mundial, todavía tenemos chances", fueron las palábras de Diego Maradona apenas comenzó la conferencia de prensa, tras la derrota frente a Paraguay.

Apenas terminó el partido, Diego se fue rodeado de cámaras y escoltado por decenas de policías. Sus ánimos ni siquiera le alcanzaron para ir a darles una palmada de aliento a sus muchachos. Maradona dejó el estadio de Defensores del Chaco de esta ciudad con el rostro serio, preocupado por la actualidad de un equipo que peligra y mucho sus chances de ir al Mundial de Sudáfrica.

"Hay que hacer una autocrítica grupal y ver por qué nos pasó esto. Teníamos dos partidos importantes y no pudimos ganar en ninguno. Hay que ver lo que pasó y seguir adelante", agregó el DT en la conferencia.

Maradona lleva menos de un año como técnico de la selección argentina y ese sentimiento ciclotímico que siempre la ha envuelto parece exacto para definir sus sensaciones. Aquel derroche de alegría, confianza y optimismo del inicio, hoy es la otra cara, tras otra caída en eliminatorias, la cuarta en su ciclo sobre seis encuentros.

Hoy volvió a demostrar que pese a las malas actuaciones su permanencia en el seleccionado está más firme que nunca. "No le tengo miedo a nadie. No le tengo miedo a las críticas. Voy a seguir para adelante, critique quien me critique. Desde los 15 años que los vengo peleando (a los periodistas), hoy tengo 48 y voy a seguir igual", desafió en la conferencia de prensa, tras la pregunta sobre su futuro al frente del seleccionado.
Cuando el árbitro brasileño Salvio Fagundes decretó la caída ante Paraguay, las especulaciones empezaron a tejerse. Las dudas sobre la continuidad de Maradona al frente del seleccionado comienzan a plantearse. Quedan sólo dos fechas para el fin de la clasificación a Sudáfrica 2010. Sus palabras en la conferencia de prensa quizá disiparán las dudas.

Cuando salieron los equipos, al primero que buscaron los fotógrafos fue a Diego. La mayoría se agolpó contra el banco visitante para conseguir una imagen de él, quien vestido con el equipo de gimnasia del seleccionado, lucía con rostro serio en el inicio.

Todavía Messi no había tocado para Agüero para que empezara el partido y Maradona ya estaba de pie. Antes de los 5 minutos, Diego ya se encontraba en el corralito y, desde allí, con los brazos cruzados y, con pocas indicaciones, vivió casi todo el primer tiempo.

Aplaudió promediando los 15 minutos, quizá lo conformaba la imagen que brindaba el seleccionado. Cuando Haedo marcó el primer gol del partido, Diego retrocedió, les dijo algo a sus colaboradores y volvió a la posición inicial.

En el segundo tiempo, movió el banco. Lavezzi, Palermo y Schiavi, a la cancha, para buscar lo que parecía un milagro con diez hombres por la expulsión de Verón. Diego vivió el segundo tiempo, solo, en el corralito. Sólo busco a Mancuso, su mano derecha, en un par de ocasiones. Escoltado, se fue el vestuario. La historia promete continuar.

Las críticas del partido. "En el primer tiempo Paraguay fue superior. Con Haedo Valdez y Cabañas nos complicaron abajo y nos pasaron por los costados", dijo el DT. "Se pusieron en ventaja con una jugada muy linda. En el primer tiempo jugaron mucho mejor, y en el segundo se defendieron muy bien", agregó.

Con respecto al futuro, Diego dijo que todavía tiene chances de llegar a Sudáfrica. "Todavía no estamos afuera del Mundial, sabemos que tenemos una última oportunidad", dijo.

"Tenemos que hablar con los muchachos y mejorar mucho. Desde lo físico hasta lo táctico", agregó.

Además, Maradona defendió a Lionel Messi, quien tuvo un muy mal partido en Asunción. "No le caigamos a Lio. Estuvo muy marcado, los paraguayos sabían de su peligrosidad y cada vez que agarraba la pelota tenía a tres o cuatro encima. Hizo lo que pudo, no pudo brillar como el sabe hacer", mencionó.

El repechaje, una posibilidad. Las chances de terminar quintos en la clasificación son grandes. Es por eso que la gente ya empieza a hablar sobre la posibilidad de jugar el repechaje y Maradona no fue la excepción. "Tuvimos que ir a Australia a buscar un repechaje y nadie murió", afirmó Diego en referencia al partido clave que clasificó a la Argentina al Mundial de 1994 en Estados Unidos.

LA NOCHE QUE LA ARGENTINA PERDIO HASTA LA HISTORIA


¿Habrá tocado fondo? O lo que viene promete ser aún peor. La Argentina deambula por las eliminatorias con los motores averiados y un capitán que no encuentra el rumbo. La derrota por 1 a 0 que Paraguay le propinó al seleccionado, en el estadio Defensores del Chaco de esta ciudad, deja al equipo aún más desorientado que tras el traspié ante Brasil. Hoy, se ubica en repechaje, a dos fechas del final de la clasificación a Sudáfrica 2010. Sin embargo, aún quedan dos batallas ante Perú (local) y Uruguay (visitante), encuentros que marcarán el futuro de esta tormentosa selección.

Maradona luce deprimido, vencido y hasta algunos ponen en duda su continuidad. Así, se muestra el equipo en la cancha, sin ideas, con groseros errores defensivos y apostando a tirarle pelotazos a dos bajitos como Messi o Agüero. Los cambios (Palermo y Schiavi, por ejemplo) parecen manotazos de ahogado y, para colmo, Verón, uno de los referentes para Diego, termina expulsado, cuando el segundo tiempo recién empezaba.

Nelson Haedo, en el primer tiempo hizo el único gol del partido, que marcó la clasificación de Paraguay al Mundial. No pasa por su mejor momento el equipo del argentino Gerardo Martino, pero con la cantidad de licencias que otorga la selección todo parece posible.

La Argentina suma 22 puntos en las eliminatorias y está 5ª en zona de repechaje. Tiene detrás a Uruguay (21) y Colombia (20) y delante a Ecuador (23). Un panorama sombrío, una situación inédita con este sistema de eliminatorias. Para el próximo encuentro falta poco, porque el seleccionado recibirá a Perú el 10 u 11 de octubre, en un escenario a definirse y, cuatro días después, chocará con Uruguay.

A pesar de algún atisbo de cambio, el primer tiempo pareció una prolongación de las carencias mostradas ante Brasil. La defensa fue una invitación al desequilibrio de los delanteros paraguayos, encabezados por el incansable Cabañas y por el eficaz Haedo. Sebastián Domínguez mostró fisuras a veces inexplicables, cierres tardíos y malas salidas. Heinze sumó desconcierto y Papa nunca clausuró el lateral izquierdo.
El despliegue de Gago, quizá el mejor jugador argentino de la mitad inicial, se fue diluyendo con el correr de los minutos. Los arranques de Dátolo por la izquierda eran apenas intentos al igual que lo que podía hacer por derecha Verón, con más coraje que juego a sus 35 años.

Los ataques invitan al replanteo. ¿Sirve buscar a Messi y Agüero con pelotazos de 40 metros?, ¿cómo hace Agüero para cabecear los centros de Dátolo, quien desborda y llega casi sin aire para terminar la jugada?

La Argentina da la sensación que cuando ataca no tiene hombres y cuando defiende también está mal parada. Paraguay empezó a aprovechar las facilidades argentinas. El gol llegó recién, a los 28 minutos, porque, antes, el palo y el travesaño se lo habían impedido al propio Haedo y a Santana.

Cabañas, delantero robusto y habilidoso, era una pesadilla para los defensores argentinos, quienes lo sufrieron. En el gol, Cabañas hizo una gran maniobra, abrió para Barreto, quien buscó a Haedo, que sólo tuvo que cruzar el remate para que el estadio explotara y los guaraníes empezaran a sentirse dentro de Sudáfrica 2010.

Para el complemento, Maradona dispuso el ingreso de Lavezzi por Dátolo, pero, si el panorama ya era sombrío, la situación empeoró cuando, a los 8 minutos, Verón vio la roja por doble amonestación, tras quejarse por enésima vez.

La Argentina salió arriesgar, pero sin ideas. Con uno menos, Diego puso a Palermo por Agüero para soñar con algún centro salvador para que el delantero de Boca escribiera otro capítulo de su carrera de película.

La reacción no llegaba. Alguna pelota parada mal aprovechada, un disparo desviado de Messi, centros desesperados. Demasiado poco para tantas aspiraciones.