sábado, 29 de noviembre de 2008

MANU CRECE Y LOS SPURS SUMAN CUATRO TRIUNFOS AL HILO


SAN ANTONIO.- En otra jornada de la NBA, los San Antonio Spurs celebraron anoche con un triunfo el regreso del armador francés Tony Parker de la lista de lesionados. Además, contaron con una buena performance de Manu Ginóbili, quien jugó 20 minutos y sumó 14 puntos.
Parker, que se perdió los últimos nueve partidos por una lesión de tobillo izquierdo, salió de la banca al inicio del segundo cuarto para cerrar con 15 puntos y siete asistencias en 17 minutos en la cancha, y colaborar al triunfo de los Spurs -el cuarto consecutivo- sobre Memphis Grizzlies 109-98.
Seis jugadores de San Antonio terminaron con dobles dígitos, liderados por Roger Mason, con 20 puntos, 14 de ellos en el tercer cuarto, mientras Tim Duncan 11 puntos y 12 rebotes.
Manu, con 4-6 en dobles y 2-4 en triples, también aportó un rebote, dos asistencias, perdió tres pelotas y le taparon un tiro. Mientras que Fabricio Oberto aportó cuatro tantos en 24 minutos de juego. Oberto encestó 2 de 4 tiros de campo, logró cuatro rebotes y entregó tres asistencias.
Por Memphis, O.J. Mayo destacó con 32 puntos, en tanto Rudy Gay añadió 26 cartones y el novato español Marc Gasol cerró con 12 unidades.

viernes, 28 de noviembre de 2008

OTRAS 24 HORAS CON JACK BAUER


NUEVA YORK. Jack Bauer está de regreso. El agente antiterrorista más popular de la pantalla chica, interpretado por Keifer Sutherland, vuelve a las aventuras que lo hicieron famoso en la serie 24 con una película especial de dos horas, En busca de la redención, que la cadena Fox presentará pasado mañana, a las 22.
"Estamos muy entusiasmados con el trabajo que hicimos para esta película, que toma un rumbo distinto del que ha tenido hasta ahora la serie", contó Sutherland a LA NACION, justo antes de la première del film que se realizó la semana pasada en un cine de Times Square.
La película, cuya trama se inicia un año después de terminada la sexta temporada y mantiene el revolucionario formato de "tiempo real" de la serie, sirve de prólogo para la esperada nueva temporada de 24 que comenzará en Estados Unidos en enero. En la Argentina, tras la transmisión en televisión del domingo, En busca de la redención será lanzada en DVD.
Después de alejarse de su país y de su empleo a cargo de la Unidad de Contraterrorismo de Los Angeles, En busca de la redención encuentra a Bauer viviendo en Sengala, un ficticio país africano, donde trabaja en una escuela con su viejo amigo y mentor Carl Benton (Robert Carlyle).
"Es curioso, pero hace siete años, con Kiefer hicimos una película juntos, To End All Wars, y fue entonces cuando él recibió la oferta de hacer 24, contó el escocés Carlyle, quien saltó al estrellato con Todo o nada-El Full Monty .
"Todos estos años hablamos de la posibilidad de aparecer en la serie, pero no se daba, y esta oportunidad fue perfecta, porque nuestros personajes también son viejos amigos que se vuelven a encontrar después de mucho tiempo. Fue genial volver a trabajar juntos. A Kiefer le encanta tomar; es un gran compañero de barra."
Justamente esos gustos hicieron que Sutherland tuviera que pasar a principios de este año 48 días en prisión por haber sido detenido conduciendo bajo los efectos del alcohol. Para su suerte, la filmación de 24 no tuvo que ser suspendida porque ya lo estaba debido a la huelga de guionistas que afectó a Hollywood el año pasado.
Fue ese paréntesis laboral lo que originó la idea de hacer el especial, para no dejar a los millones de fanáticos sin nada hasta la nueva temporada. En busca de la redención presenta a quien será el villano de la nueva temporada, el poderoso empresario Jonas Hodges, personificado por Jon Voight. "Creo que la séptima temporada será la mejor de todas. Tal vez el paréntesis fue positivo", dice Sutherland.
-¿Qué aprendiste siendo Jack Bauer?
-Ciertamente, algo sobre cómo me tomo la actuación. En las películas, pasás de un personaje a otro con grandes cambios: el acento, el color del pelo, el vestuario. Con Jack Bauer es distinto: él acarrea mucho peso emocional. Perder a su esposa lo marca durante seis temporadas; cuando se distancia de su hija, eso lo arrastra a lo largo de cuatro temporadas. Por eso, para moldear al personaje, te tenés que concentrar en pequeñas decisiones que lo harán diferente, un Jack más esperanzado, más enojado, más triste.
-La serie ha abierto tantos escenarios que luego se volvieron reales, como la utilización de aviones como instrumentos terroristas, el tener un presidente negro y ahora, una mujer en la Casa Blanca...
-No se puede pensar honestamente que nuestra serie ayudó a poner al primer afroamericano en la Casa Blanca. Todo lo que hicimos fue mirar hacia el futuro. Nuestro país tiene una enorme población afroamericana y era sólo cuestión de tiempo que fuera representada políticamente por un presidente. Por otra parte, el 52% de nuestra población son mujeres, así que también es una cuestión de tiempo para que tengamos una mujer presidenta, y por eso en nuestra serie tenemos ya una en la séptima temporada.
-¿Qué creés que hace que Jack Bauer sea un personaje tan popular?
-Es un personaje muy real; no es el típico héroe al que al final le sale todo bien. Salva al presidente, pero su esposa es asesinada; impide que unos terroristas cometan un atentado, pero se distancia de su hija. Nada le resulta gratuito, y eso nos sucede a todos. No hay victorias ni derrotas totales en la vida real. Y creo que por eso Jack es tan atractivo para tanta gente que se siente, de alguna manera u otra, identificada con él.

LA CENSURA YA ES DE TODOS

Cuando el pueblo francés se liberó de la opresión monárquica a partir de aquel memorable 14 de julio de 1789, procuró, a través de sus prominentes juristas y políticos, que nunca más el poder y el destino de los ciudadanos de esa nación estén en las manos de la voluntad de un solo ser humano.

De ahí nacen las principales teorías y principios que regulan hasta hoy la democracia moderna. Una de ellas, muy importante por cierto, es la de la división, separación o independencia de los poderes del Estado.

¿Usted ha notado, amigo lector, si en el Ecuador hay alguna institución que le exija formalmente al Gobierno rendición de cuentas en su gestión? ¿Ha notado si en la actualidad existe alguna institución capaz de cuestionar y sancionar los excesos del actual régimen? La respuesta es No, porque primeramente no hay Congreso Nacional; y quienes usurparon esa atribución no solo pertenecen al mismo partido del Presidente, sino que además expresamente han dicho que la función fiscalizadora no será su prioridad… claro, ¡es que quieren seguir ganando su sueldo!

¿Imaginan ustedes a César Rodríguez interpelando a Ricardo Patiño? ¿O a María Paula Romo cuestionando a Vinicio Alvarado? Primero veo volar un burro… qué digo, ¡veo volar una ballena!

Entonces, en este juego de acumulación de poder e impunidad, anulado el Congreso, solo quedaba la Función Judicial… y, oh sorpresa, ya no tenemos Corte Suprema de Justicia.

¿Puede existir democracia sin dos de las tres funciones del Estado? ¿Cuántos países en el mundo, con gobierno democrático, no tienen Función Legislativa y Judicial? Por eso, cuando algún funcionario del Gobierno, a cargo de la administración de los canales incautados, le dijo a los empleados de TC que traten de no hablar del encarecimiento de la canasta básica (porque perjudica a la imagen del Gobierno) o que los economistas no hablen de violaciones legales, no hay a quién recurrir legalmente para hacer valer los derechos constitucionales violentados por ese amago de censura a la prensa y a la libertad de pensamiento y expresión.

Ahora, los medios de prensa que tanto le molestan al Presidente han informado de la censura oficial del programa 'Buenos muchachos', porque su director no está dispuesto a inclinar la cabeza ante el emisario del imperio y encarcelar sus ideas. ¿Y ante quién nos quejamos? ¿Ante… el ‘Congresillo’ del Presidente? ¿Ante la autodenominada Corte Constitucional afín al Gobierno?

Comienzan a sentirse las consecuencias de la falta de democracia y la concentración del poder; primero fue Mariaca, hoy es ‘Buenos muchachos’, ¿mañana Carlos Vera o EL UNIVERSO?

Creo que ha llegado la hora de denunciar al mundo y a las instituciones internacionales de derechos humanos que las amenazas a la libertad de prensa y expresión libre del pensamiento en el Ecuador ya están dejando de serlo y se están convirtiendo en casos concretos de abuso del poder y censura formal.

Expresamos nuestra solidaridad con Francisco Pinoargote y resaltamos su valentía y dignidad al decidir luchar y no someterse al poder que pretende apoderarse ahora del pensamiento de los ecuatorianos también.

Si “la patria ya es de todos”, la libertad de expresión del pensamiento… ¿ya no es de todos?

LA MAGIA ESTÁ INTACTA


SAN ANTONIO.- Fue una noche especial por muchas razones. En principio, porque significó el regreso al AT&T Center de Emanuel Ginóbili vestido de jugador por primera vez desde los playoffs de fines de mayo último y luego de perderse los primeros 12 encuentros de la actual temporada en la NBA por su operación del tobillo izquierdo. Por eso, la ovación de todo el estadio en el momento de su presentación resultó conmovedora. Fue como recibir al hijo dilecto en casa.
Por esto, también, la despedida con su rostro estampado en la pantalla gigante, seguido de un compendio con sus genialidades y el aplauso de sus fans felices porque San Antonio recuperó la magia y el toque sutil, lleno de categoría, de un jugador diferente, carismático, que hechiza y que anteanoche marcó la diferencia cada uno de los tres ratitos (18 minutos en total) que le tocó entrar en juego.
También fue una jornada especial porque significó el reencuentro de tres olímpicos argentinos que se habían visto por última vez en el podio de los Juegos de Pekín, con la medalla de bronce en el pecho. Manu y Fabricio Oberto, por los Spurs, y Andrés Nocioni, en Chicago, en un juego que marcó el sexto éxito en siete partidos de San Antonio (ganó 98 a 88) y que cerró con un saludable 3-3 la difícil gira de los Bulls por el Oeste.
Tres amigos de la Generación Dorada que la noche anterior se juntaron en una cena para contarse sus historias, recordar anécdotas y hablar de sus familias y donde, como siempre, la cuenta fue cubierta con la tarjeta de crédito de un anfitrión. Una ventaja del dúo Oberto-Ginóbili, que dividen cuando pagan y duplican el gasto cuando son recibidos, detalle que es motivo de mil bromas.
Pero sin dudas que lo más especial fue la actuación de Manu; sí, otra vez. Y no sólo por su brillante estadística pese a ser el segundo partido que juega después de la lesión. Sumó 15 puntos (5 de 7 dobles, 0 de 1 en triples y 5 de 6 libres), 3 rebotes, 4 asistencias, un robo, una pérdida y una tapa en sólo 18 minutos.
Con acciones propias de su inconmensurable talento y experiencia, le devolvió calidad y jerarquía al equipo. Su último ingreso fue a los 5 minutos del 3er cuarto, cuando Chicago ganaba 63 a 56 y peligraba el éxito de los Spurs. El bahiense, muy concentrado y activo, sumó 9 tantos, 2 asistencias espectaculares, un rebote, un robo y, 7 minutos después, se retiró ovacionado, con los Spurs al frente 76 a 71. Acababa de marcar con tinta indeleble el camino a la victoria con un parcial de 20 a 8.
"Estoy jugando bien. Estoy contento y excitado: me sentí bien y ganamos. No pensaba que fuera a estar tan bien así de rápido", confesó Manu. "Todavía tengo que trabajar un poco en las frenadas. En las dos o tres penetraciones que conseguí con pick-and-rolls me sentí bien. Entre zigzagueando y definí bien. Dudé un poco en algunas jugadas, pero es sólo la cuarta vez que juego cinco contra cinco: dos prácticas y dos partidos."
El Chapu, muy ansioso y apurado, terminó discutiendo con el irascible juez Joe Crawford y se fue temprano al banco con 5 puntos en 8 minutos. Oberto colaboró con 5 y un rebote, en 15 minutos.
El base sustituto de San Antonio, George Hill, completó la faena con un último cuarto sensacional (19 puntos y 11 rebotes) para bajarle el telón a una noche de placer y felicidad en el AT&T Center. Como si una estrella hubiese pasado, quedó la estela dibujada en las alturas, allí en las pantallas gigantes del estadio, donde los inventos de Manu se revivieron con la misma admiración y sorpresa como los disfrutados en vivo.
• Exito de Utah en el regreso de Deron Williams
Con el regreso de Deron Williams (11 puntos y 15 asistencias) Utah venció a Memphis 117-100. Además, jugaron Atlanta 102 vs. Milwakee 96, Cleveland 117 vs. Oklahoma City 82, Toronto 93 vs. Charlotte 86, Boston 119 vs Golden State 111, Orlando 96 vs. Philadelphia 94, Phoenix 110 vs. Minnesotta 102, Portland 106 vs. Miami 68, New Jersey 116 vs. Sacramento 114 y Denver 106 vs. L.A. Clippers 105.
Record de Scola
Luis Scola tuvo una jornada fantástica al cosechar 18 rebotes y empatar su récord personal en la NBA, pero su equipo, Houston, cayó ante Indiana por 91-90, luego de que Danny Granger anotó el doble del éxito a 13 segundos del epílogo. Scola terminó con 15 puntos (6/17 dobles y 3/4 libres), 4 asistencias, un robo y 2 pérdidas. Detroit superó a New York por 110-96, con un punto de Walter Herrmann (0/3 triples y 1/2 libres) y un rebote, en 5 minutos.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

ESTABA TAN CONTENTO COMO SI FUESE UN DEBUT

SAN ANTONIO.- No se imaginan la felicidad que tengo. Siento una enorme alegría y fue como volver a vivir; tengo una gran paz interior. Estaba tan contento anteanoche, en mi regreso a las canchas después de tres meses, que no me importaba tirar o que me sacaran para descansar; disfruté el sólo hecho de jugar. Tony Parker, que no viajó a Memphis, me llamó después del partido y me dijo que se notaba en la tele mi cara de alegría. Estaba feliz hasta de estar sentado en el banco. Todos mis compañeros me felicitaron en el vestuario antes del partido cuando se enteraron de que Popovich me había activado . También después. La verdad es que salió todo muy bien y además ganamos. Creo que estaba tan contento como si fuese mi debut en la Liga Nacional o algo parecido.
Y terminé bastante bien del tobillo operado. Ayer nos entrenamos y al principio tenía la articulación un poco dura, pero en la medida en que fui calentando se fue aflojando. Una vez que entro en calor ya ni me duele.
El 17 de este mes, cuando jugamos con los Clippers, viajé con el equipo para hacerme revisar en Los Angeles por el médico que me operó. Me dijo que probara jugar 5 contra 5 y si me sentía bien, me daba el alta. Esos juegos los observó Popovich y vio que estaba todo bien. Así que hablamos del tema y le pedí jugar. La verdad, ya estaba cansado de tanto gimnasio, cinta y pileta. Hice todo el trabajo de recuperación como estaba previsto hasta que cuando me sentí bien, fuerte, saludable, ya no aguanté más. Se lo dije a Pop y me entendió. Ja, le puse un poquito de presión. Me parece que es la primera vez que le gano, ja ja.
La idea era que no arrancara de entrada y que estuviera unos 14 minutos en la cancha, pero como después sacamos como 15 puntos, no hizo falta más. La verdad es que entré muy tranquilo, con una sensación de felicidad enorme. Estaba como un chico en una juguetería gigante. Disfruté todo, fíjense que ni siquiera me enojé con nadie. ¡No discutí, ni nada..!
Además, todo lo que intenté me salió, erré un solo tiro y perdí una bola, nada más. El primer triple lo tiré bien, sin forzarlo y después hice una penetración y la volqué. Me dijeron que caí con todo el peso sobre el pie izquierdo. La verdad, ni me di cuenta. Por ahí me molesta un poquito el tobillo cuando arranco y hago el primer paso, pero nada más. Eso de volcarla no fue nada arriesgado porque ya lo había practicado en los partidos de 3 contra 3 y 5 contra 5.
No sé cómo seguirá esto ahora, supongo que iré subiendo la cantidad de minutos, aunque por ahí, como jugamos partidos seguidos (Chicago hoy y después Memphis y Houston en días sucesivos), el coach me da menos minutos.
Lo bueno de todo esto es que los nuevos, Roger Manson y George Hill, respondieron bien mientras no jugamos Tony y yo, ganamos tres partidos seguidos y no perdimos tanto terreno. No estamos tan mal. Excepto los Lakers, que se cortaron en la punta del Oeste, los demás estamos todos ahí, muy cerca.
Bueno, ahora me preparo para divertirme un rato. Anoche, antes de enviar este material, teníamos planeado con Fabricio (Oberto) cenar con Chapu. Chicago estaba llegando a San Antonio. Tenemos muchas ganas de verlo, no lo hacemos desde los Juegos Olímpicos, en Pekín. Seguramente Chapu tendrá muchas de esas historias suyas tan divertidas y extrañas que nos hacen morir de risa. Vamos a buscar un restaurante en el centro y nos comeremos un buen asado, seguramente. Así que, como verán, mejor imposible.

VENGA LO QUE VENGA, DISFRÚTALO

Élder Joseph B. Wirthlin
Del Quórum de los Doce Apóstoles
Cuando era joven me encantaba jugar deportes y tengo lindos recuerdos de esos días; pero no todos son agradables. Recuerdo que un día, después de que mi equipo de fútbol americano perdió un partido difícil, llegué a casa desanimado. Allí estaba mi mamá y escuchó mi triste relato. Ella enseñó a sus hijos a confiar en sí mismos y el uno en el otro, a no culpar a los demás por sus infortunios y a poner su mejor esfuerzo en todo lo que hicieran.
Cuando nos caíamos, esperaba que nos levantáramos y que siguiéramos adelante, así que no me sorprendió del todo el consejo que me dio; lo he recordado toda la vida.
“Joseph”, dijo, “venga lo que venga, disfrútalo”.
He reflexionado a menudo en ese consejo.
Creo que lo que quiso decir es que todos tenemos altibajos y ocasiones en las que parece que los pájaros no cantan ni las campanas repican. Sin embargo, a pesar del desánimo y la adversidad, las personas más felices parecen saber cómo aprender de los tiempos difíciles y, como resultado, llegan a ser más fuertes, sabias y felices.
Quizás haya quienes piensen que las Autoridades Generales raras veces experimentan dolor, sufrimiento o angustia; si tan sólo fuera verdad. Aunque todo hombre y mujer que está en este estrado hoy ha experimentado una gran medida de gozo, cada uno también ha bebido profundamente de la copa de la desilusión, del dolor y de la pérdida. En Su sabiduría, el Señor no protege a nadie del dolor ni de la tristeza.
En mi caso, el Señor ha abierto las ventanas de los cielos y ha derramado bendiciones sobre mi familia más allá de mi capacidad de expresión. Sin embargo, al igual que todos, he tenido momentos en la vida en que parecía que el dolor de mi corazón fuera más de lo que pudiera soportar. En esos momentos pienso en aquellos días de mi juventud cuando los pesares más grandes eran por perder un partido de fútbol americano.
Qué poco sabía yo de lo que me esperaba en años posteriores; pero cada vez que pasaba por temporadas de tristeza y dolor, recordaba a menudo las palabras de mi madre: “Venga lo que venga, disfrútalo”.
¿Cómo podemos disfrutar de los días llenos de pesar? No podemos, por lo menos no en ese momento. No creo que mi madre estuviera sugiriendo que suprimiéramos el desaliento ni negáramos la realidad del dolor; no creo que sugiriera que encubriésemos las verdades desagradables bajo una capa de felicidad fingida; pero sí creo que la forma en que reaccionamos ante la adversidad es un factor importante respecto a cuán felices y exitosos seamos en la vida.
Si enfrentamos la adversidad sabiamente, los momentos más difíciles pueden ser los de mayor crecimiento, lo que, a su vez, puede traer momentos de mayor felicidad.
Con el correr de los años he aprendido algunas cosas que me han ayudado en momentos de pruebas y adversidades, y me gustaría compartirlas con ustedes.
Aprender a reír
Lo primero que podemos hacer es aprender a reír. ¿Alguna vez han visto a un conductor enojado que, cuando alguien comete un error, reacciona como si esa persona hubiera insultado su honor, su familia, su perro y sus antepasados remontándose hasta Adán? ¿O han tenido un encuentro con la puerta de un gabinete que se dejó abierta en el momento y el lugar precisos, la cual ha sido maldecida, condenada y maltratada por la víctima con la cabeza adolorida?
Hay un antídoto para momentos como esos: aprender a reír.
Recuerdo cuando subimos a nuestros hijos a una camioneta y manejamos hasta Los Ángeles. Había por lo menos nueve personas en el auto, e invariablemente nos perdíamos. En lugar de enojarnos, nos reíamos; cada vez que dábamos vuelta equivocadamente, nos reíamos más fuerte.
Perdernos no era algo raro para nosotros. Una vez, cuando íbamos hacia el sur, a Cedar City, nos equivocamos de camino y no nos dimos cuenta sino hasta dos horas después cuando vimos los carteles que decían: “Bienvenidos a Nevada”. No nos enojábamos; nos reíamos y, como resultado, raras veces había enojo y resentimiento. Nuestra risa creaba recuerdos gratos para nosotros.
Recuerdo cuando una de nuestras hijas iba a salir en una cita concertada por otros con alguien que no conocía. Estaba arreglada y esperando que llegara el joven cuando sonó el timbre. Al abrir la puerta, entró un hombre que era un poco mayor, pero ella trató de ser cortés. Nos lo presentó a mi esposa, a mí y a sus hermanos, se puso el abrigo y salieron. La observamos mientras se subía al auto, pero el auto no se movió. Finalmente, mi hija se bajó y, sonrojada, entró corriendo a la casa. El hombre que ella pensaba que iba por ella en realidad iba a recoger a otra de nuestras hijas que había aceptado cuidar a los niños de él y de su esposa por unas horas.
Todos nos reímos bastante de eso; en realidad, no podíamos dejar de reír. Más tarde, cuando llegó el joven que sí tenía una cita con nuestra hija, no pude salir a recibirlo porque todavía estaba en la cocina riéndome. Ahora me doy cuenta de que nuestra hija podría haberse sentido humillada y avergonzada, pero se rió con nosotros y, por ende, todavía hoy nos reímos de ello.
La próxima vez que se sientan tentados a quejarse, más bien intenten reírse; alargarán su vida y harán más agradable la vida de todos los que los rodean.
Buscar lo que es eterno
La segunda cosa que podemos hacer es buscar lo que es eterno. Al pasar por adversidad, quizás sientan que sólo a ustedes les sucede todo, quizás sacudan la cabeza y se pregunten: “¿Por qué a mí?”.
Pero, tarde o temprano, el indicador de la rueda del pesar señala a cada uno de nosotros. En un momento u otro, todos debemos sentir pesar. Nadie está exento.
Me encantan las Escrituras porque nos dan ejemplos de hombres y mujeres grandes y nobles como Abraham, Sara, Enoc, Moisés, José, Emma y Brigham. Cada uno de ellos sufrió adversidad y pesar que puso a prueba, fortaleció y refinó su carácter.
El aprender a sobrellevar los momentos de desilusión, sufrimiento y pesar es parte de nuestra capacitación sobre la marcha. Esas experiencias, aunque a menudo son difíciles de soportar en el momento, son precisamente el tipo de experiencias que expanden nuestra comprensión, edifican nuestro carácter y aumentan nuestra compasión por los demás.
Debido a que Jesucristo sufrió intensamente, Él comprende nuestro sufrimiento, comprende nuestro dolor. Experimentamos situaciones difíciles para que también tengamos mayor compasión y comprensión hacia los demás.
Recuerden las palabras sublimes del Salvador al profeta José Smith cuando éste sufría con sus compañeros en la agobiante oscuridad de la cárcel de Liberty: “Hijo mío, paz a tu alma; tu adversidad y tus aflicciones no serán más que por un breve momento; y entonces, si lo sobrellevas bien, Dios te exaltará; triunfarás sobre todos tus enemigos”1.
Con esa perspectiva eterna, esas palabras consolaron a José, y también pueden consolarnos a nosotros. A veces, los momentos que parecen abrumarnos de sufrimiento son los que, a la larga, nos permitirán triunfar.
El principio de la compensación.
Lo tercero que podemos hacer es comprender el principio de la compensación. El Señor compensa a los fieles por toda pérdida. Lo que sea quitado de los que amen al Señor les será añadido, a la manera de Él. Aunque quizás no llegue en el momento que deseemos, los fieles sabrán que toda lágrima de hoy, con el tiempo, será compensada cien veces con lágrimas de regocijo y de gratitud.
Una de las bendiciones del Evangelio es el conocimiento de que cuando la cortina de la muerte indique el final de la vida terrenal, la vida continuará del otro lado del velo, y allí tendremos oportunidades nuevas. Ni siquiera la muerte puede quitarnos las bendiciones eternas prometidas por un amoroso Padre Celestial.
Debido a que el Padre Celestial es misericordioso, prevalece el principio de la compensación. Lo he visto en mi propia vida. Mi nieto Joseph tiene autismo. Ha sido muy doloroso para su madre y su padre aceptar las repercusiones de esa aflicción.
Sabían que Joseph quizás nunca fuera como otros niños; entendían lo que eso significaba no sólo para Joseph sino también para la familia. Pero, qué gozo ha sido para nosotros. Los niños autistas con frecuencia tienen dificultad para mostrar sus emociones, pero cada vez que estoy con él, Joseph me da un fuerte abrazo. Aunque ha habido desafíos, él ha llenado nuestra vida de regocijo.
Sus padres lo han motivado a participar en deportes. Cuando comenzó a jugar béisbol, lo pusieron en los jardines, pero creo que no entendía que debía correr tras la pelota. Él se ideó una forma mucho más eficiente de jugar. Cuando bateaban una pelota hacia él, Joseph la miraba pasar, luego sacaba otra pelota de su bolsillo y se la tiraba al lanzador.
Cualquier reserva que haya tenido la familia en cuanto a la crianza de Joseph, cualquier sacrificio que haya hecho, se ha compensado diez veces. Por causa de ese espíritu escogido, sus padres han aprendido mucho acerca de los niños discapacitados; han sido testigos directos de la generosidad y la compasión de familiares, vecinos y amigos. Se han regocijado juntos con el progreso de Joseph y se han maravillado por su bondad.
Confiar en el Padre Celestial y en el Hijo
La cuarta cosa que podemos hacer es confiar en nuestro Padre Celestial y en Su Hijo Jesucristo.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito”2. El Señor Jesucristo es nuestro compañero, ayudante y defensor. Él quiere que seamos felices y tengamos éxito. Si hacemos nuestra parte, Él hará la Suya.
Él, que descendió debajo de todas las cosas, vendrá a nuestro auxilio, nos consolará y nos sostendrá; nos fortalecerá en nuestra debilidad y en nuestra angustia; hará que las cosas débiles sean fuertes3.
Una de nuestras hijas, después de tener un bebé, enfermó de gravedad. Oramos por ella, la bendijimos y la apoyamos lo mejor que pudimos. Esperábamos que recibiera la bendición de ser sanada, pero los días se volvieron meses y los meses años. En cierto momento le dije que quizás tuviera que luchar con esa aflicción el resto de su vida.
Una mañana recuerdo haber sacado una tarjetita y haberla puesto en mi máquina de escribir. Éstas son algunas de las palabras que le escribí: “El secreto sencillo es éste: pon tu confianza en Dios, haz lo mejor que puedas y luego déjale el resto a Él”.
Ella confió en Dios, pero su aflicción no desapareció. Sufrió muchos años, pero a su debido tiempo, el Señor la bendijo, y con el tiempo recuperó la salud.
Conociendo a mi hija, sé que aunque nunca hubiera hallado alivio, habría seguido confiando en el Padre Celestial y le hubiera “[dejado] el resto a Él”.
Conclusión
Aunque hace mucho tiempo que mi madre murió y recibió su recompensa eterna, sus palabras siempre me acompañan. Aún recuerdo el consejo que me dio ese día hace mucho tiempo cuando mi equipo de fútbol americano perdió un partido: “Venga lo que venga, disfrútalo”.
Sé por qué debe existir una oposición en todas las cosas. La adversidad, si se maneja correctamente, puede ser una bendición en la vida; podemos aprender a disfrutarla.
Al procurar tener sentido del humor, buscar la perspectiva eterna, comprender el principio de la compensación y acercarnos a nuestro Padre Celestial, podremos soportar las dificultades y las pruebas; podremos decir, como dijo mi madre: “Venga lo que venga, disfrútalo”. De ello testifico en el nombre de Jesucristo. Amén.

VIATRI Y FIGUEROA, LA APUESTA QUE LE PAGÓ CON CRECES A BOCA

SAN MIGUEL DE TUCUMAN.- La rigidez táctica no acostumbra ser uno de los trazados teóricos de Carlos Ischia. Habituado a innovaciones y permanentes ensayos, el entrenador de Boca modificó el esquema de ubicación de sus jugadores (mutó del 3-4-1-2 al 4-3-1-2) para la visita a esta ciudad. Aunque lo más llamativo, tal vez, fue disponer de los centrodelanteros Lucas Viatri y Luciano Figueroa como la pareja ofensiva. Tras la victoria de anoche ante San Martín, la apuesta de Ischia pagó con creces, y dejó a los xeneizes como líderes del torneo Apertura.
Detrás de la decisión del técnico existe una historia particular con los dos delanteros. Figueroa, que convirtió por primera vez con la camiseta xeneize, tuvo su debut como titular en el torneo local. "Fue un gol importantísimo, que necesitaba mucho, además de ser vital para que llegáramos a la punta. Ahora hay que ganar los tres partidos que quedan para hacer cartón lleno", dijo Lucho, entusiasmado. Pero de inmediato el ex Rosario Central tuvo un soplo de honestidad: "Me sentí muy bien y estoy feliz. Es importante el gol, fue como un desahogo". Figueroa lo sintió así porque fue bastante autocrítico después de la eliminación en la Copa Sudamericana con Inter, de Porto Alegre. "Fallé en las oportunidades que tuve, no me voy bien", se recriminó. Ayer tuvo su desquite y marcó el tanto del triunfo tras una asistencia fina e impecable de Riquelme, su compañero en viejas batallas en el español Villarreal.
La situación de Viatri, autor del primer gol, también despunta una particularidad: el delantero volvió a marcar tras cuatro fechas, pero lo más importante fue que lo hizo justo después de una semana en la que se conoció que habría sido protagonista de un hecho delictivo. A propósito, el público de San Martín ironizó con la causa judicial por robo que involucra a Viatri, pero él jamás respondió con palabras o algún gesto provocador. Solamente dijo: "Me voy contento y necesitaba volver a marcar. Es importante para mí y para mi familia".
La decisión de Ischia de ubicar a Viatri-Figueroa como pareja ofensiva no respondía a una baja en el desempeño de Pablo Mouche, el extremo que solía acompañar en el ataque. Fue una respuesta ante la preocupación por la falta de gol durante los últimos encuentros.
La tarea de los dos hombres del ataque fue de menor a mayor desde el entendimiento. Se complementaron bien. Hubo ánimos de buscarse constantemente y en la celebración de los goles. Entonces, se unieron en un abrazo, como un símbolo de la felicidad y del desahogo, con la alegría de haber llevado a Boca a lo más alto.
11 veces se midieron Boca y San Martín, con 7 éxitos xeneizes, un empate y 3 caídas

LA RUEDA AHORA SE DETUVO EN BOCA


Más que aceleraciones bruscas, los últimos tramos de la competencia precisan un ritmo sostenido, parejo y aire suficiente hasta el final. Y sólo Boca fue capaz de mantenerse decidido en la carrera de resistencia en la que parece haberse transformado el Apertura. Tanto que la 16» fecha le propuso un impensado respiro: venía desde atrás, pero de repente miró sobre sus hombros y vio que no tenía a nadie a los costados, favorecido porque San Lorenzo hace rato que no encuentra la marcha de las primeras jornadas y porque a Tigre le flaqueó la fuerza en un momento cumbre.
Los xeneizes acertaron en Tucumán: vencieron a San Martín por 2 a 1 y celebraron por el liderazgo, cuando hace apenas siete días se entregaban a los lamentos -también a varias dudas- por la caída ante Vélez por 3-2, en la misma Bombonera. Boca cumplió con su obligación y después se regodeó con la suerte de sus rivales directos en la lucha por el título.
De idas y venidas la competencia sabe bastante hasta ahora. El Apertura nunca ordena dos fechas iguales, como si buscase originalidad en su libreto. Tigre, uno de los que más adeptos habían ganado en los últimos pronósticos, da fe de ello: la semana pasada se abalanzó a la cima con la victoria frente a Godoy Cruz por 2 a 0, en Victoria, y buscó un impulso en La Plata, pero el que siguió con el envión fue... Estudiantes. Flamante finalista de la Copa Sudamericana, el conjunto dirigido por Leonardo Astrada puso el pie y el Matador se fue directo al piso. No se da por vencido, pero fue un freno demasiado abrupto cuando se insinuaba el momento de mayor propulsión, cuando dependía de sí mismo.
San Lorenzo, que perdió el primer puesto después de mucho tiempo, se llevó la decepción más grande. El Ciclón había alcanzado la cumbre en la 5» fecha y la derrota con Lanús por 3-1, anteanoche, en el Nuevo Gasómetro, lo sumergió en la incertidumbre y despertó el malestar de los hinchas, que silbaron e insultaron a los jugadores durante los últimos 15 minutos del partido. Incluso, muchos se fueron antes de que terminara el encuentro. Con los resultados y los ánimos a la vista, el equipo azulgrana se deshilacha poco a poco. Habrá que ver cuál es su resto, también, entre los primeros cortocircuitos entre los mismos futbolistas, que salieron a la luz en pleno campo. A la par, con el juego a ras del piso y los goles de José Sand, artillero del Apertura, con 14 puntos, Lanús mantiene una mínima esperanza, a cuatro unidades de Boca.
La experiencia y la calma también aportarán lo suyo en la cerrada definición; las de los planteles y las de los entrenadores. Por caso, entre los tres favoritos, Miguel Angel Russo es el único que logró títulos en el torneo local: el Clausura 05, con Vélez, más allá de que también ganó la Copa Libertadores 2007 con Boca. Precisamente, si de los xeneizes se habla, Carlos Ischia fue la mano derecha de Carlos Bianchi en los tiempos más exitosos, aunque como DT sólo consiguió la Recopa de este año. En Tigre, Diego Cagna se enriquece fecha tras fecha, entre las mil y una comparaciones con Bianchi, que lo dirigió en Boca. Cada ficha cobra importancia en el juego grande.
Vale cada aspecto. A partir de ahora todas las variantes y las especulaciones surgirán espontáneas: fixture, lesiones, expulsiones, intereses, presiones. Boca consiguió una luz de ventaja y protegerla será la consigna en el resbaladizo suelo de la vanguardia. La rueda del Apertura ya gira otra vez.
12 son las fechas que transcurrieron hasta que Boca recuperó la vanguardia en soledad; únicamente estuvo en esa condición en la 4ª jornada.
• No hay un campeón con cuatro caídas desde 1995
Los favoritos al título, Boca, San Lorenzo y Tigre, ya perdieron cuatro partidos en el Apertura. No se registra un campeón con tantas caídas en un torneo corto desde el Apertura 95, en el que se consagró Vélez, con la conducción de Carlos Bianchi; antes puede encontrarse a River, en el Apertura 93, con Daniel Passarella como DT.
Dixit
"Tenemos que recuperar la mística en la Bombonera. Hacer cálculos ahora no es bueno"
Carlos ischia (DT de Boca)
"No hay que dramatizar, disfrutamos pelear por el título; no hay que descartar a Tigre de esta lucha"
Diego cagna (DT de Tigre)
"El equipo que menos errores cometa será el campeón; todavía falta, no hay tiempo para desánimos"
Miguel Angel russo (DT de San Lorenzo)

RIQUELME, BATTAGLIA Y MOREL RODRÍGUEZ, ENTRE ALGODONES

Los jugadores de Boca Juniors Juan Román Riquelme, Sebastián Battaglia y Claudio Morel Rodríguez se entrenaron hoy en forma diferenciada al arrastrar distintas molestias físicas, aunque el defensor paraguayo es el único que podría quedar al margen del clásico del próximo domingo frente a Racing Club.
Morel sufrió un traumatismo en el aductor derecho en el partido ante San Martín de Tucumán, y el cuerpo técnico comandado por Carlos Ischia seguirá bien de cerca su evolución para determinar si puede jugar el domingo.
El paraguayo ya dijo que quiere jugar sí o sí ante el equipo de Avellaneda.
Por su parte, Riquelme continúa con molestias en el gemelo izquierdo, mientras que Battaglia sufre una contractura en la parte interna del gemelo derecho, pero ambos llegarán sin problemas al partido ante Racing, por la décimo séptima fecha del torneo Apertura que los "xeneizes" lideran con dos puntos de ventaja sobre San Lorenzo y Tigre.

sábado, 22 de noviembre de 2008

A PROPÓSITO DE LA LESIÓN DE MESSI

PRIMER AVISO. El susto de ayer de Messi no viene a ser si no otro aviso de lo que hay que cuidar al crack argentino. Afortunadamente, parece que el percance no pasará a mayores y que con un descanso mañana ante el Getafe y, posiblemente, el miércoles contra el Sporting de Lisboa, Leo volverá a estar en plenas condiciones. Pero la alarma está ahí. ¿Qué hubiera pasado si Messi hubiese jugado el miércoles con Argentina? No es cuestión de hacer demagogia, pero no creo que sea exagerado pensar que igual nos lo hubieran devuelto roto.

De nuevo hay que incidir en la barbaridad de partidos que juegan al año los futbolistas de élite. Entre Liga, Champions, Copa y selecciones pueden pasar de los sesenta, a lo que hay que añadir más de treinta viajes que dejan a los futbolistas prácticamente sin tiempo de recuperación. De ahí que les sea imposible mantener siempre el más alto nivel de rendimiento. Y eso, en el mejor de los casos, pues el peor es el altísimo riesgo de lesiones.

Messi está en el grupo de máximo riesgo. Por lo que juega, por lo que le pegan los rivales y por su propia constitución física. No hace falta recordar lo que le sucedió en las dos últimas temporadas y ésta es precisamente la lección que hay que aprender. El pacto con Argentina le ha salvado el primer match-ball. Pero habrá más situaciones límite que sólo superará cuidándose él y cuidándole los que le quieren. ¡Que este primer aviso sirva para algo!

SAN LORENZO Y BOCA LLEGAN AL CIERRE DEL AÑO CON ENERGÍAS RECORTADAS


San Lorenzo, uno de los punteros del Apertura (junto con Tigre), y Boca, el único escolta, llegan al final de la temporada con lo justo, con las energías recortadas, en declive, y jugadores maltrechos físicamente. Tanto Miguel Angel Russo como Carlos Ischia, los conductores de los azulgranas y los xeneizes, respectivamente, durante la semana padecieron diversos problemas para planificar sus compromisos de la 16a jornada. El Ciclón se medirá mañana con Lanús, en el Nuevo Gasómetro; mientras que los boquenses visitarán pasado mañana a San Martín, en Tucumán.
Los suspendidos Juan Manuel Torres (expulsado) y Santiago Hirsig (acumuló cinco amonestaciones) ya representaban un dolor de cabeza para Russo, pero se suscitaron contratiempos inesperados. Porque Cristian Ledesma y Walter Acevedo regresaron de Rosario con gastroenterocolitis y Diego Rivero padece una distensión en la cara posterior del muslo derecho. Y como si fuera poco, ayer se ausentó de la práctica el goleador Andrés Silvera, por otro cuadro de indisposición estomacal.
En tanto, el juvenil Salvador Reynoso podría resultar una alternativa para el medio campo azulgrana si Ledesma o Acevedo no logran recuperarse.
"A Rivero lo vamos a esperar hasta último momento. Y lo de Silvera es menor, le dimos reposo y confiamos en que va a llegar bien contra Lanús", señaló Russo. Y añadió: "Sabíamos que en algún momento íbamos a entrar en un bache. Pero confío en que lo vamos a superar".
En el búnker azul y oro, la situación no es mucho más alentadora. Juan Román Riquelme ayer asustó al cuerpo técnico. Fue cuando se retiró del ensayo de fútbol tomándose la pierna izquierda. Luego, tras ser examinado por el médico José María Veiga, se conoció que el enganche se resintió de una molestia en el sóleo, que no le impediría actuar frente a los tucumanos. Pero JR es un ejemplo más de la racha negativa de lesionados que sufrió Boca en el semestre.
"Me tira, me tira...", se quejó Román, y muchos pensaron que se había desgarrado. El número diez llega al final de la temporada con el físico maltratado.
Durante la semana, Ischia ya había padecido las bajas del paraguayo Julio César Cáceres y del colombiano Fabián Vargas, con un desgarro en el aductor derecho y un esguince en la rodilla izquierda, respectivamente.
Uno de los hombres que volverán a ser titulares tras reponerse de una lesión es Claudio Morel Rodríguez. De esta manera, Boca regresará al sistema con cuatro defensores, con el guaraní como lateral por la izquierda. "Estamos acostumbrados a ese dibujo táctico, ya que lo venimos trabajando desde hace mucho tiempo", reconoció Morel Rodríguez.
Y agregó, sobre el ímpetu que mostrarán los locales: "Los tucumanos van a estar muy motivados, pero nosotros vamos a jugar con la mentalidad ganadora. Si hacemos un gol, vamos a ganar. Porque después podremos cerrarnos bien".
En el ensayo de ayer, Luciano Figueroa actuó para los titulares en reemplazo de Pablo Mouche. Lo que pretende Ischia con ese movimiento es tener mayor poder aéreo en el área rival.
• Un mensaje motivador del técnico xeneize
Antes del entrenamiento de ayer por la mañana, en Casa Amarilla, el DT de Boca, Carlos Ischia, tuvo una charla con sus dirigidos, en la que intentó subirles el ánimo. "No pierdan la fe. Si ganamos en Tucumán, vamos a ser imparables", fue uno de los mensajes.

¿QUIÉN NOS GOBIERNA?

Siempre ha dado vueltas en mi cabeza el comportamiento de nuestro Presidente y, sobre todo, si este se enmarca dentro de los parámetros que científicamente se pudieren considerar como normales.

De sus buenas intenciones no tengo dudas… ¡pero de buenas intenciones está lleno el infierno…!

Y esa situación tiene una trascendencia mayor si recordamos que su trabajo consiste en tomar decisiones diariamente, que afectan directamente a más de trece millones de ecuatorianos y que bien puede comprometer el futuro de muchos que nacerán en las próximas décadas.

Si le queda la duda, amigo lector, vaya pregunte a Perú cuánto tiempo le costó a esa nación recuperarse de la catástrofe económica causada por el entonces joven e idealista Alan García o cuánto tiempo le tomó a Chile recuperarse del desastre económico que en tiempo récord estaba causando el gobierno comunista de Salvador Allende.

¿Usted ha visto al Presidente insultando a los empresarios “monos” con quienes luego se reúne como que no ha pasado nada (y ellos de rodillas, como siempre), a la Iglesia católica, a los políticos de oposición, a los periodistas y a la prensa por cantarle sus verdades? Pitufo, enano, gordita horrorosa, bestias salvajes, etcétera.

La verdad, cuando está enojado bien pareciere que no es capaz de contener sus emociones; precisamente él, que tanto habla de la majestad del cargo, a ratos, le falta el respeto a esa majestad que invoca, con su comportamiento.

Lo grave sería que esas fuertes emociones que tiene el Presidente sean las que influyan en las decisiones de las que depende el futuro de la patria… y de sus hijos, amigo lector.

Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, dice que existe dentro de la mente una estructura que la comanda de manera rígida, que la constriñe, le da órdenes, le dicta lo que hay y lo que no hay que hacer y que, estando dentro del espacio mental, es diferente a la noción de Yo; se trata del superyo.

El poderoso superyo es una instancia derivada de múltiples emociones y que genera enormes y complejos estados emocionales al Yo, tanto psíquico como corporal.

Freud sostiene que la mayor cantidad de ansiedades, angustias, temores, pánicos, vivencias de desintegración y persecución, sentimientos de culpa, depresiones, y otras experiencias negativas, tienen como disparador este monstruo que nos persigue desde adentro.

El norteamericano Daniel Goleman define “inteligencia emocional” como: “habilidades tales como ser capaz de motivarse, de persistir frente a las decepciones; controlar el impulso (ojo) y demorar la gratificación; regular el humor y evitar que los trastornos disminuyan la capacidad de pensar; mostrar empatía y abrigar esperanzas”.

“La inteligencia emocional como una metacapacidad, determinando lo positiva o negativamente que la gente puede utilizar sus otras capacidades mentales”.

Entonces, de la inteligencia emocional depende el éxito personal de un ser humano porque es la que le permite controlar al superyo y administrar y potenciar sus diferentes inteligencias frente a las situaciones y obstáculos que la vida genera.

Hay un joven futbolista ecuatoriano, con un talento innato, que tuvo la gloria en sus botines y la lanzó al tacho de basura, precisamente, porque en él gobierna el superyo.

¿Quién gobierna en nuestro Presidente?

¿Quién gobierna el Ecuador?

miércoles, 19 de noviembre de 2008

DEJÉMOSLO DEBUTAR AL MENOS

¿Entrará con buzo y zapatillas o lucirá de saco y corbata…? ¿Saludará a su colega rival, Terry Butcher, quien declaró que nunca le perdonará su gol con la mano…? ¿Mirará el partido serenamente desde el banco o se desgañitará gritándoles a sus dirigidos…? ¿Hará bien los cambios…? ¿Planteará la táctica con inteligencia…?
¿Cómo será el Maradona técnico…? La mera excusa de ver al astro (nunca dejó de serlo) saliendo al campo con pantalones largos es una cita imperdible este miércoles. Será en Glasgow, en el amistoso Escocia-Argentina. Al fin, volvieron a unirse los caminos de Diego y la selección albiceleste. Es un destino.
Los hinchas de todo el planeta se han formulado el mismo interrogante: ¿Qué pasará con Diego como entrenador? Aunque ya tienen opinión formada.
De antemano, creemos, tiene mucho más para ganar que para perder, pues la condena ya le fue decretada. El público argentino desaprobó por mayoría su designación. Lo expresó en miles de correos. La gente no le ve contracción al trabajo, duda de su disciplina, de su orden, de su capacidad de planificación, del gentío que revolotea a su alrededor. El resto del mundo, entre el antiargentinismo rabioso (sobre todo en América Latina) y la especialísima aversión a Maradona, fue unánime: “fracasará”. Sólo lo apoyan los futbolistas, a quienes siempre defendió con ardor. Ahora veremos si sus jugadores lo respaldan con juego.
También lo ayuda el pasado reciente del equipo: Argentina ya no podía hacerlo peor con el técnico anterior, Alfio Basile. Ni deliberadamente. Y un agregado importante: el último título mundial del país del tango data de 1986.
En tal contexto, cualquier mensaje positivo que envíe el equipo desde el campo, sean triunfos, sean buenos desempeños, impactará doblemente a favor.
Terry Butcher, técnico de Escocia, era zaguero de Inglaterra la tarde célebre de “la mano de Dios”. Con toda razón, sigue sintiéndose estafado todavía por aquel gol en México ’86. Y está en su derecho de negarle el saludo a Maradona cuando ingresen al rectángulo. Lo inentendible es la escandalización permanente del Reino Unido por aquella falta. Van veintidós años de llanto y protestas. No es un secreto de Scotland Yard que Inglaterra ganó su Mundial ’66 con un buen equipo y con el beneficio de una serie de cuestionables decisiones arbitrales. Curiosamente, Stanley Rous había sido árbitro internacional inglés, luego secretario de la Asociación Inglesa y en ese momento era presidente de la FIFA. Así como todos dejamos atrás el Mundial ’66, sería razonable que la flema británica dé vuelta también esta página.
Un dato curioso: el país con más simpatizantes de Diego Maradona en todo el orbe es la India, cuyo pueblo soportó 200 años de tiránica colonización inglesa. ¿Lo adoptaron como ídolo en el Mundial ’86…?
Aquel gol con el puño es desde luego condenable (¡Y vaya si ha sido condenado…!) No obstante la figura de Maradona no puede quedar circunscripta a una deslealtad. También elaboró algunos poemas inmortales sobre el césped. Suena injusto retratarlo para siempre como un mal deportista por aquel gol. En toda la historia de este deporte ningún atleta soportó más castigo físico (Pelé, ni remotamente). Diego nunca respondió. Se levantaba, se sacudía el polvo y seguía sin chistar.
¿También será visto eternamente como un adicto, pese a su voluntad por vencer la terrible dependencia?
Platiní en Francia, Beckenbauer en Alemania, Hugo Sánchez en México, Falcao en Brasil… Muchas grandes estrellas tras el retiro se pusieron el buzo de la selección de su país. Algunos lograron destacar en la nueva función, otros desencantaron, mas les asiste el derecho innegable de probar.
Diego pudo haberse quedado confortablemente sentado detrás de una cámara de TV opinando y ganando fortunas, pero nació combativo, adora la trinchera, el protagonismo (en exceso quizás).
¿Qué puede esperarse en el juego? Por ahora, apenas un cambio de actitud en los futbolistas. Su primera convocatoria contiene algunos nombres desilusionantes, tipo Heinze (cuesta aceptar que sea futbolista y que “juegue” en el Real Madrid y en la Selección Argentina), Coloccini (le pega a todo lo que se mueve) y algunos otros operarios futbolísticos. Aún sin Messi (Barcelona no lo prestó) se esperaba una nómina más pulida.
“Los jugadores deben sentir que la camiseta es lo esencial. Dejar la vida, trabar con la cabeza”, dijo este lunes en una entrevista con el diario deportivo Olé, reconociendo que es enteramente feliz con su vida actual y con este desafío. Y se definió: “A un equipo mío no le puede faltar buen trato de pelota”.
Este periodista abriga las mismas dudas sobre el Maradona entrenador que millones de personas, pero no le cortemos las piernas de la ilusión a quien ha dado tanto al fútbol. Dejémoslo debutar al menos. Por los técnicos hablan sus equipos. Primero el rodar del balón, luego el veredicto. No se puede juzgar antes.
Por Jorge Barraza Columna Alguien tenia que decirlo (El Universo 19/11/08)

LA SELECCIÓN Y MARADONA EMPIEZAN DE NUEVO


GLASGOW.- Este, como aquél, iba a ser apenas un partido más entre la Argentina y Escocia. Hasta que irrumpió Maradona.
Hace poco menos de 30 años, un jovencísimo Diego, de sólo 18 años, con el pelo recortado prolijamente para un servicio militar que nunca cumpliría del todo, pisaba por primera vez esta ciudad en la que el fútbol se siente como el húmedo frío: hasta los huesos.
Por entonces, él formaba parte de un seleccionado que todavía se sentía en la obligación de demostrar por qué había ganado el título del mundo un año antes.
Pero además, individualmente, él también empezaba a sentir el peso de demostrar por qué había sido señalado para heredar la corona de mejor del mundo en los años siguientes.
Hoy, un maduro Maradona, al borde de los 50 años, con el pelo negro y ensortijado que lo ha identificado a lo largo de su carrera peinado hacia atrás, ha vuelto al lugar donde muchos lo consideran un héroe simplemente porque alguna vez hizo arrodillar a los ingleses.
Ahora, él conduce un seleccionado que siente la obligación de recuperar una Copa del Mundo que no se consigue desde hace más de dos décadas.
Pero además, personalmente, él siente el peso de demostrar que está capacitado para dirigir y sostener desde afuera, nada menos que como DT, a un grupo de jugadores que -todos dicen, todos decimos- están entre los mejores del planeta, aunque nunca lo han demostrado todavía con la camiseta nacional sobre la piel.
El escenario será exactamente el mismo, Hampden Park. Allí, a partir de las 20 (18, hora argentina), la Argentina disputará ante Escocia lo que ya no será, de ningún modo, un partido más. Será, en todo caso, el punto de partida de una historia con final abierto: aquella, la de hace tres décadas, ya sabemos cómo terminó; ésta, con un plazo fijo de poco más de un año y medio, seguramente hasta 2010, está por verse.
// // //
El partido del 2 de junio de 1979 fue el cierre de una gira por Europa que, más allá de una serie de empates y la controversia por una misteriosa lesión del delantero Oscar Ortiz, dejaba un saldo positivo para el equipo. Había igualado 0 a 0 con Holanda, en Berna; 2 a 2 con Italia, en Roma, y 0 a 0 con Irlanda, en Dublín. Para el partido en Glasgow, último en territorio europeo, César Luis Menotti dispuso una formación muy ofensiva: Fillol; Olguín, Villaverde, Passarella y Tarantini; Barbas, Gallego y Maradona; Houseman, Luque y Valencia. Entre los escoceses, dirigidos por Jack Stein, figuraba entre los defensores un tal Burley, que hoy estará otra vez frente a Maradona, pero él también sentado en el banco.
A Diego le llevó media hora hacerse dueño del partido. A los 33 minutos, encaró y dejó atrás a varios escoceses, antes de asistir a Luque, que puso el 1 a 0. Diez minutos más tarde, edificó con Valencia otra notable jugada y su remate, que pasó por debajo del arquero Rough, fue rechazado en la línea por? Burley. Enseguida, otro zurdazo suyo fue devuelto por el palo. Y a los 25 minutos del segundo tiempo, sí, llegó el gol: entró por derecha, amagó el centro hacia el medio del área, engañó al arquero y definió por el hueco que le dejó entre él y el primer palo. Luque, que esperaba el pase, fue el primero que corrió a abrazarlo. Y al oído le dijo: "Pibe, sos un fenómeno, pero la próxima me la das a mí?". La Argentina ganó 3 a 1.
Eran otros tiempos. En los que Menotti declaraba, por ejemplo: "Lo importante es que ratificamos nuestra categoría, que demostramos que estamos entre los tres o cuatro mejores seleccionados del mundo? Hoy, el pibe Diego jugó un gran partido, mostró las excelentes condiciones que tiene, pero no estuvo solo". Y Maradona decía: "Nos salieron todas bien; a mí y al resto de los muchachos. Ahora existen orden y planificación, todas cosas que le debemos a Menotti, que sabe ver el fútbol y explicarlo, para sacar lo mejor de cada uno de nosotros".
En LA NACION, Antonio De Turris escribió: "Diego Maradona, como si estuviese en algún potrero de la Paternal, hizo todo lo necesario como para que se lo siga llamando el sucesor de Pelé" . Y los diarios escoceses ahorraron letras pero no tamaño en sus títulos: "Maradona prima donna" , escribieron.
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Por estas horas, la búsqueda de la selección y de Maradona, o de la selección de Maradona, no parece estar tan lejos de aquélla, al menos en lo esencial.
Quiere que su equipo sea respetado en todo el mundo: "Que no es una selección cualquiera que viene a jugar un partido".
Quiere que su equipo tenga una determinada identidad: "El buen trato de pelota, salida con pelota al pie, eso es lo que nunca me va a faltar".
Quiere que su equipo recupere la mística: "Eso que la camiseta no se transpira y que están llenos de plata, esa historia no me la como. Porque acá la camiseta es lo más importante".
Quiere que su equipo cambie: "Que sea distinto del que vi contra Chile. Necesito el clic que marca un cambio de actitud. No pido nada más, absolutamente nada más".
¿Y de táctica y de estrategia cuándo hablamos?, podría preguntarse más de uno. Habrá que responder, entonces?
Que no se aferrará a un sistema. Aquí, sin Román y sin Messi, seguramente se verá un 4-4-2 que, tanto sea número telefónico como puesta en cancha, parece ser el de más fácil y rápida aplicación.
Que no se aferrará a todos los nombres que están aquí. Ya habrá escuchado algo de su secretario técnico, Carlos Bilardo, acerca de las edades ideales para un plantel que afronta un Mundial: entre los 24 y los 28 años.
No se aferrará a los resultados de estos amistosos, aunque "nunca juegue amistosos". El mito Maradona se construyó en el esfuerzo para "estar siempre", pero terminó de decorarse en aquellos siete partidos de México 86 y sólo se volverá a edificar si lo reconstruye en los siete partidos de Sudáfrica 2010.
Todo eso comienza hoy mismo. Y si bien ahora se trata sólo de "tirar el equipo a la cancha para que jueguen por mí", como él mismo dijo, no será un partido más este que jueguen la Argentina y Escocia. Una vez más, ha irrumpido Maradona.
Un chico deslumbrado
"Creo que los pondré en un marco" dijo Adam Brown, que aún conservaba una amplia sonrisa y una mirada de asombro. Es el chico escocés (13 años) que anteayer recibió de regalo los guantes y el gorro que tenía puestos Maradona, que decidió recompensarlo porque Brown había encontrado la cadenita que Fernando Gago había perdido durante el entrenamiento en la cancha del Celtic Park.
• La demanda de entradas, inferior a la esperada
La venta de entradas está por debajo de las expectativas de los organizadores. Hasta ayer se habían expendido 27.500 localidades, la mitad de la capacidad del estadio Hampden Park. Por ese motivo, se decidió bajar a 18 libras (28 dólares) el valor de los boletos más baratos. "Necesitamos por lo menos 35.000 espectadores para cubrir los gastos", reconoció Gordon Smith, presidente de la Federación Escocesa de Fútbol.

MESSI O CRISTIANO RONALDO, BELLA Y CRUEL DISYUNTIVA

Nunca se entregó el Balón de Oro de manera compartida. Preguntamos: ¿por qué no hacerlo…? ¿Por qué privar a un aspirante con iguales méritos que otro? El interrogante surge de la simétrica paridad entre dos aspirantes: Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.

Antes, por cierto, vale aclarar que el Balón de Oro pertenece a la revista France Football, que lo entrega al mejor futbolista europeo de cada año desde 1956. FIFA instituyó el premio al Jugador Mundial en 1991 (Lotthar Matthäus fue el primero en recibirlo). Que ni siquiera es un balón dorado sino una artística placa. Por no ser copiona, o para no generarse un problema de derechos, FIFA creó otro trofeo.

Pero el mundo habla siempre del Balón de Oro cuando en realidad se está refiriendo al Jugador Mundial. Y este es el galardón de mayor relevancia pues abarca al planeta entero, mientras France Football apunta solo a su continente. Claro que siempre coinciden pues todo jugador con méritos suficientes como para aspirar a tal reconocimiento juega en Europa. Es impensable que se entregue la distinción a un muchacho que actúe en África o en América. Se sabe que de estos continentes surgen muchas de las mejores estrellas, pero sus torneos no tienen el prestigio, la competitividad ni la resonancia de los del Viejo Mundo.

En estos días se conocerá el ganador del Balón de Oro, pues la publicación francesa lo anuncia a finales de noviembre, en tanto la FIFA, desde esta edición, lo develará en enero, específicamente el 12. El cierre temprano de France Football sugiere que el ganador podría ser Cristiano Ronaldo, porque no tendrá en cuenta los últimos 45 días del año y porque Cristiano destacó en competiciones eminentemente europeas.

De modo que podría romperse la igualdad, pues de aquí a fin de año Messi puede seguir sumando puntos.

Se sabe que para obtener tan ansiado rótulo de “mejor del mundo”, además de ser un fantástico futbolista los títulos deben apoyar la pretensión. Esto es lo que mantiene a Cristiano Ronaldo como candidato número uno en la elección. Tuvo un año mágico. Campeón y goleador de la liga inglesa (31 anotaciones), campeón y goleador de la Champions League (8 tantos). Siempre como figura estelar del Manchester United con un fútbol fresco, osado, contundente y técnico.

Por si faltara algo, el crack de Portugal es atrevido, simpático, apuesto, un producto mediático insuperable. Solo David Beckham puede competir con él en este rubro. Nadie más.

El punto débil de Cristiano: su maravillosa campaña comprende desde julio del 2007 a junio del 2008, por lo que toma apenas la mitad del año actual. Y luego de esa mitad de oro las cosas no marcharon igual. El madeirense pasó inadvertido por la Eurocopa y el inicio del ciclo 2008-2009 con Manchester ha sido chato.

Su gran rival, él lo sabe, es Messi. Es otra historia. Messi apenas ha ganado el título olímpico con Argentina. Lidera la tabla en España con un FC Barcelona semejante a un Lamborghini, todo lujo y sofisticación, aunque el torneo recién acaba el año próximo y no puede coronar antes de ser entregado el premio.

Pero Messi ha tenido un 2008 parejo en rendimiento (muy alto). Es un chico serio, adusto casi, con físico, cara y peinado de antihéroe. Un producto mediáticamente inferior, aunque con un juego espectacular, muy superior al de Cristiano Ronaldo. Sencillamente, las cosas que Messi hace, ningún otro las puede hacer, incluido el portugués. Su gambeta en velocidad, el dominio prodigioso de pelota con su pie izquierdo, su terrible ambición por el gol, lo convierten en un futbolista único.

Si preguntáramos a técnicos y analistas quien tuvo mejor año 2008, unos dirían Cristiano, otros Messi. Si dijéramos quién es más crack de los dos, habría unanimidad: Messi.

Adicionalmente, ese estilo de Lionel es el que encanta a las multitudes. Es el muchachito que puede tomar el balón, dejar el tendal por el camino y marcar el gol. Y todo a velocidad de vértigo. Una suerte de Speedy González que va sorteando obstáculos y guadañazos hasta llegar a la meta.

El público se rinde ante la fantasía. La misma que a lo largo de la historia propusieron Garrincha, Tostao, Maradona, el peruano César Cueto (la zurda inolvidable), Willington Ortiz, Roberto Baggio, la Bruja Verón (padre de la Brujita), George Best y, en buena medida, el fabuloso Jimmy Johnstone, acaso el más parecido en físico y en eso de avanzar en zigzag esquivando proyectiles para llegar airoso hasta el arco y arrancar una ovación.

Cristiano hizo todo lo que se le exige a un jugador para ser considerado el mejor. Messi es el mejor. Un premio compartido no sería menoscabo para ninguno. Y haría justicia.
Tomado de la Columna Alguien tenia que decirlo Jorge Barraza (El Universo 18/11/08)

MARADONA TÉCNICO, DÍA UNO


GLASGOW.- "Yo pasé del infierno al paraíso. Todo se puede en la vida, muchachos? ¿Cómo no van a poder ustedes?" A las 18.15 del lunes 17 de noviembre, Diego Armando Maradona pisó el césped del estadio Celtic Park por primera vez como DT del seleccionado argentino de fútbol y caminó hacia el centro de la cancha. Con las manos tomadas por detrás de la espalda y la cabeza enfundada en un gorrito de lana negra, apenas si levantó la vista de esa alfombra verde que parecía brillar por las gotas de rocío rebotando contra la iluminación a pleno.
Seguramente vio, aunque fuera de reojo, las dos pantallas encendidas en cada una de las cabeceras, por encima de las tribunas vacías. Una imagen suya de 1979, con la camiseta de aquella selección que pasó por Escocia ese año, ilustraba el mensaje escrito en los gigantescos carteles electrónicos: "El Fútbol Club Celtic da la bienvenida a Diego Maradona y a todo el equipo de Argentina a nuestro campo de fútbol, El Paraíso”, titilaba allí, en letras encendidas.
Seguramente lo vio, sí, aunque no necesariamente aquella frase inspiró la suya. La sensación es que la tenía pensada desde antes. Quizá desde el mismo momento en que decidió que afrontaría el máximo desafío de su carrera y que supo que, inexorablemente, algún día tendría parados a su alrededor a 22 futbolistas, a 22 estrellas. Pero, más que eso, a 22 hombres ávidos de respuestas, que ya no lo verían sólo como el mito sino que empezarían a verlo, simplemente, como el DT.
Entonces, parado en medio del círculo, les dijo lo que les dijo. Y fundó el ciclo.
"Mancu, acompañame, vamos a ver cómo están los pibes." Poco antes de la medianoche del domingo, después de una sobremesa que se había alargado en el restaurante del hotel hasta el arribo de los últimos jugadores del día, los que llegaban desde Alemania, Diego Maradona invitó a su ayudante de mayor confianza, Alejandro Mancuso, y juntos empezaron a recorrer las habitaciones del tercer piso del Radisson Sas, ocupadas por los diez jugadores que hasta ese momento habían aterrizado en Glasgow. Heinze y Gago, Coloccini y Gutiérrez, Burdisso y Zanetti, Mascherano y Tevez, y Demichelis y Sosa escucharon dos golpecitos en la puerta y enseguida el "soy Diego, ¿se puede pasar?".
Fueron diálogos cortos, cómo se sentían, qué necesitaban, y también la pequeña arenga, repetida, pero cada vez más personalizada. Aquello de tomar conciencia de la camiseta que van a vestir, sobre todas las cosas.
No hay un diálogo, todavía, diferente del que había cuando el Diego hincha visitaba a los jugadores que todavía no eran sus dirigidos. El vínculo con ese hombre que ahora es DT está aún en construcción.
Después de la recorrida, ya instalados en la habitación 341, la del propio Maradona, y con la compañía de Miguel Angel Lemme, el cuerpo técnico empezó a planificar la primera práctica y, casi al mismo tiempo, la primera formación. En eso estuvieron hasta las tres de la mañana, los tres. Allí, Diego pareció terminar de darle forma al sistema: sin Román, será un 4-4-2. Y sin Angel Di María, lesionado en el peroné izquierdo, la duda es quién será ese cuarto hombre, por la izquierda.
Mientras todo eso pasaba, los jugadores seguían llegando al hotel, apenas a horas del comienzo del primer entrenamiento. Seguramente por eso, el primer pedido de Diego DT fue claro: "Quiero que vayamos a entrenar a una cancha donde se pueda jugar, quiero hacer partidos en espacios reducidos, quiero verlos? Cómo están".
Se decidió, entonces, que fuera en el Celtic Park, el estadio de aquel equipo que en 1967 cayó ante Racing, por la Copa Intercontinental, un escenario bien británico hacia donde la delegación partió a las 18, con puntualidad maradoniana. A las 17 había que levantarse y allí estaba Diego, de pie. A las 17.30 era la merienda y allí estaba Diego, sentado. A las 18 era la partida del bus y allí estaba Diego, sentado en la primera fila. Como siempre, en el primer asiento de la izquierda. Del otro lado, Bilardo. Casi una postal del 86. Casi Los roles han cambiado.
Hubo un loco, que Diego recorrió por detrás, con gesto de chico que ha quedado fuera del juego y bromeó con Jonás, el primero en perder. Apenas el círculo de jugadores se desarmó, y la voz y las palmas de Fernando Signorini empezaron a ponerle música al ambiente. Lo primero que hizo Maradona fue calzar de zurda la pelota que tenía más cerca. Ultimo gesto del jugador que quiere empezar a dejarle paso al entrenador. El "schick, schick, schick" de centenares de cámaras disparadas al mismo tiempo acompañó ese movimiento y, a partir de allí, cada uno de los que hizo. Cuando saludó a Denis, Lavezzi, Lucho González y Licha López, que se sumaron más tarde, cuando se juntó con Mancuso que, pecheras en mano, esperaba que le indicara los destinatarios. Las rojas fueron para Coloccini, Burdisso, Zanetti, Mascherano, Maxi Rodríguez y Agüero, con Carrizo en el arco; las azules fueron para Demichelis, Cata Díaz, Heinze, Sosa, Gago y Tevez, con Romero en el arco. Y se armó ese partido de fútbol reducido que tanto había pedido.
El primer gol lo hizo su yerno, el Kun Agüero, y las primeras indicaciones empezaron a escucharse. "Bien, Juan Pablo, hablá", gritó ante una orden de Carrizo. "Seguí, seguí, Yonás , seguí", a Gutiérrez, que con una pechera naranja se sumaba al ataque del equipo que estuviera en inferioridad. "Bien, Masche, bien", ante un cambio de frente de su jugador preferido. "Dale, dale, dale", a varios, alentándolos en una cancha que se ponía cada vez más rápida. "Cuidado, muchachos, las pelotas divididas vamos a dejarlas", ante un cruce entre Carrizo y Denis. Dos veces hizo sonar fuerte el silbato que tuvo en los labios casi toda la práctica: al cerrar cada tiempo de diez minutos, lo que duró el minipartido.
Cuando todos los jugadores dejaron el campo, él se quedó. Con la mirada clavada en el piso, le dio la espalda a esa tribuna desde la que los fotógrafos disparaban sus "schick, schik, sheik”. ¿En qué pensaba? ¿En ese infierno que asegura haber dejado atrás? ¿En ese paraíso que cree tener por delante? Nada de eso. Pensaba en algo tan trivial como encontrar la medalla de San Cristóbal dorada que se la había perdido a Gago durante la práctica. Rápidamente, se le unió en la búsqueda un batallón de chicos del Celtic, vestidos de gris y verde, hasta que uno de ellos, Adam Brown, de 13 años, la encontró. Entonces, "schick, schick, schick”, Diego lo levantó en andas, "schick, schick, schick”, se sacó el gorro y los guantes, "schick, schick, schick”, y se los regaló, "schick, schick, schick”. "Maradona es una leyenda, así que cuando él me levantó fue grandioso", relató. Vaya si tendrá Adam un motivo para conversar con sus amigos durante los próximos días...
Antes de irse, por el mismo pasillo por el que los jugadores habían pasado en silencio, escuchó el aullido de medio centenar de hinchas. Se detuvo, firmó autógrafos sobre una camiseta escocesa y sobre una bandera argentina y se subió al ómnibus en el que había llegado a El Paraíso, el estadio del Celtic donde dirigió su primera práctica como DT de la selección argentina.
• Ocupa un lugar destacado en los medios escoceses
Las palabras "Hand, God y Circus" son las que más figuran en los medios escritos escoceses para referirse a Maradona. Ayer, el diario inglés The Sun publicó una nota con Terry Butcher, ex defensor inglés, que enfrentó a Diego en el Mundial 86 y es el actual ayudante del DT de Escocia. "No me preocupa darle la mano a Maradona. No le perdono el gol que nos hizo", expresó, en alusión al recordado tanto con la mano.
22 son los jugadores con los que trabaja Maradona para el amistoso de mañana

lunes, 17 de noviembre de 2008

RIQUELME: "NO SOY PSICÓLOGO NI ADIVINO"


Luego de la caída frente a Vélez, la mayoría de los futbolistas de Boca prefirió abandonar la Bombonera con paso apurado y sin hacer declaraciones. En ese contexto, el semblante de Juan Román Riquelme resumió con justeza el ánimo general. El enganche fue uno de los pocos que lanzaron, casi con desprecio, algunas pocas explicaciones. No mostró un rendimiento inspirado y quizás eso haya influido en su manera de molestarse ante ciertas preguntas: "¿Si perdimos un partido clave? No soy psicólogo ni adivino para saber si mis compañeros están bien anímicamente o si vamos a salir campeones".
De todos modos, el número 10 reconoció errores propios ("no lo hicimos bien", dijo) y felicitó al rival. "Vélez jugó un partido inteligente, nos ganó en varios sectores del campo y ganó merecidamente. No podemos decir nada más. Todavía quedan cuatro partidos para el final del torneo y estamos arriba. Ya no dependemos de nosotros, pero cualquier cosa puede pasar", señaló Román.
Más gentil y optimista, Luciano Figueroa, uno de los hombres de Boca que concurrieron al control antidoping, junto con Fabián Vargas, sentenció: "Es lógico que Vélez nos agarrara mal parados, porque fuimos desesperados en busca del arco rival. Pero ya está, ya perdimos. Vamos a dar pelea hasta el final. Se jugó mal, pero no hay que bajar los brazos".

BOCA PENSABA VESTIRSE CON EL TRAJE DE LÍDER, PERO SE LE VIERON LOS REMIENDOS


Es el riesgo de vivir con lo justo. Muchas veces no alcanza lo que se tiene para darse un gran gusto. La realidad rompe las ilusiones. El objetivo que parece al alcance de la mano se escapa. Es lo que le sucedió a Boca. Pensaba vestirse con el traje de puntero, pero se le notaron las costuras y remiendos. Como la oportunidad se presentaba inmejorable para Boca por el empate de San Lorenzo, la desazón por la derrota es mayor. Siembra dudas sobre el temperamento y los recursos del equipo para afrontar la recta decisiva. Si bien sus competidores directos por el título no son tan fiables, Boca tampoco puede considerarse un cheque al portador.
Boca nunca terminó de levantar un partido en el que siempre fue a remolque. En el resultado y en el desarrollo. Vélez lo superó con la tranquilidad y la astucia del equipo que llega sin grandes presiones. A lo largo del Apertura, Vélez siempre fue más cuando debió recuperar terreno perdido en las posiciones que cuando se hizo un lugar en los principales puestos. Demostró ser un conjunto susceptible a la máxima exigencia y peligroso en los pasajes del torneo en los que no se espera gran cosa de él. Lo ratificó ayer en la Bombonera, donde provocó el batacazo cuando ya no tenía arte ni parte en la discusión por el título.
La derrota castigó a Boca por su incapacidad para controlar el partido. A diferencia de lo que venía ocurriendo últimamente, sus carencias pesaron más que las virtudes con las que conseguía ajustadas victorias. Salía a flote por la influencia de Riquelme en acciones puntuales o por la vitalidad de algunos juveniles a la hora del recambio. Pero como equipo, en lo relativo al funcionamiento, dejaba bastantes incógnitas. Adquirió el perfil de superviviente por su capacidad para reponerse a diversos golpes: las lesiones de Palermo y Palacio, la baja forma física de Riquelme, el impacto anímico por la muerte del presidente Pompilio.
La última contingencia negativa fue la grave lesión de Paletta. Esta ausencia expuso a Ischia al error al decidir la inclusión de Forlín en una línea de tres zagueros. No lo favoreció el perfil (es derecho y ocupó el sector izquierdo) y se lo vio incómodo. Vélez fue inteligente para protegerse: no descuidó a los hombres más peligrosos de Boca (los centrales Uglessich y Torsiglieri no perdieron casi nunca los papeles) y dejó que Forlín y Roncaglia salieran con pelotazos sin destino cierto.
Desde el comienzo, Vélez se mostró más compacto, ocupó el campo mejor que su rival. Tuvo más fluidez en el manejo de la pelota. Boca estaba más distraído, como quedó reflejado en el gol de cabeza de Uglessich, que se desprendió fácilmente de la marcación de Battaglia. Boca tuvo más presencia en los últimos 20 minutos del primer tiempo. Ponía muchos jugadores en campo visitante, pero le faltaba profundidad, desequilibrio. Riquelme era intermitente, Dátolo se equivocaba mucho, Viatri quedaba lejos del gol y al derroche de energía de Mouche le faltaba un punto de claridad. Sin jugar bien, Boca pudo empatar con un cabezazo de Cáceres y una entrada de Riquelme, cuyo exquisito toque se fue por encima del travesaño.
En la segunda etapa, el encuentro fue más vertiginoso. Boca apostó por la verticalidad de Gaitán y Tocalli sacó del banco a un torpedo: Cabrera, que en la primera pelota que tocó "desplumó" a la defensa local con una corrida de izquierda a derecha y una definición de zurda que desacomodó a García. La desesperación activó a Boca, mientras Barovero aparecía con oportunas atajadas. De un estupendo tiro libre de Riquelme llegó el descuento de Forlín. Ischia se dejó llevar por la corriente emocional del partido e hizo un cambio temerario: un delantero (Palacio) por un zaguero (Cáceres). Boca quedó sólo con dos defensores e improvisó un parche al retrasar a Battaglia por la izquierda (después lo hizo Ibarra por la derecha). Se descompensó por completo y lo aprovechó Cristaldo, tras una maniobra de Nanni. El 3 a 1 sonaba a sentencia, mientras Boca avanzaba de manera alocada y Vélez metía miedo con las réplicas del esprinter Cabrera. Reapareció Palacio, al que le costó entrar en ritmo, pero dio una muestra de su categoría de delantero importante con el cabezazo del descuento. Fue insuficiente, como casi todo lo que ayer hizo este Boca cuando debió dar la talla de un puntero.
LO NEGATIVO
La Bombonera, en el Apertura, no es inexpugnable
Con la caída de ayer ante Vélez por 3-2, el conjunto xeneize acumuló su tercer derrota en la Bombonera. Antes perdió con Tigre (2-3) y Estudiantes (1-2).
LO POSITIVO
El equipo de Liniers se potencia frente a los grandes
En el torneo, Vélez tuvo buenas tareas con los equipos grandes: venció a Boca (3-2) y a River (2-1), igualó sin goles con Independiente y Racing, y cayó frente a San Lorenzo (0-1).
LO NEGATIVO II
Diego Abal tuvo una tarde con algunos errores
El árbitro Diego Abal no cumplió una gran tarea. No sancionó un penal de Forlín ante Nanni y permitió que los futbolistas se excedieran en el juego brusco

MARADONA: "HOY PUEDEN TENER UN GUÍA QUE LES DIRÁ QUÉ ES LA CAMISETA"


GLASGOW.- ¿Qué es más extraño? ¿Que a las cinco y media de la tarde sea ya noche cerrada en Glasgow? ¿o que a esa misma hora Diego Armando Maradona esté esperando a un mínimo grupo de periodistas, puntualmente, tal cual los había citado?
Quiso el destino que la misma ciudad que, hace poco menos de 30 años, recibió al pibe que debía demostrar que era capaz de heredar a Pelé, reciba ahora al hombre que debe demostrar que es capaz de conducir un seleccionado nacional a partir de pasado mañana, ante Escocia. Quizá por eso la puntualidad no es un detalle más.
Y la prudencia en las palabras, tampoco: "Son sólo sensaciones, muchachos, porque no hay mucho para hablar todavía", anticipa, vestido de pies a cabeza con el uniforme del seleccionado y más parecido, todavía, a un jugador que a un DT. Pero casi no necesita preguntas para descargar algo parecido a un discurso, en la semipenumbra de la sala de juegos del Radisson Sas, rodeado de miradas que sólo miran, sin molestar.
Siento que nunca me fui. Es como volver a mi casa, a la casa de la Tota. Es mi vida. Pasé momentos increíbles, otros jodidos, y siempre está la camiseta. Cuando me pongo la ropa de la selección, es un volver a vivir. Aunque esté del otro lado, como técnico, me significan los mismos sentimientos que como jugador. Eso no se toca. Nace y muere con uno. Siento el mismo perfume, el mismo olor a selección, las mismas responsabilidades, motivaciones, compromisos. Cuando era jugador, dejaba pasar los detalles. Hoy no: hoy estoy en todo... Tengo que pasar del otro lado del mostrador y seguramente me va a costar, pero creo que me voy a adaptar enseguida porque soy uno más, que viene con el mismo fervor y las mismas ganas que los jugadores. Eso que la camiseta no se transpira y que están llenos de plata, esa historia no me la como. Porque acá la camiseta es lo más importante."
-Hablás de pasar del otro lado del mostrador. ¿Sos un futbolista que no puede jugar, ésa es la única diferencia?
-Van a jugar los chicos por mí. Tengo plena confianza en el equipo. Si no, no estaría acá.
-¿Fue un mensaje salir primero al llegar al aeropuerto?
-Dar la cara es un poco empezar a responderles a los muchachos. Quería ponerles el pecho yo a los fotógrafos y decirles que viene una selección con historia. Que no es una selección cualquiera que viene a jugar un partido.
-Ya dijiste que no tenés miedo a que se te caiga la corona, pero ¿tenés miedo a empezar de nuevo?
De hecho es un empezar de nuevo. Pero no lo tomo como que vengo a demostrar cosas. Vengo a dar mi respaldo, mi experiencia en la selección. Que si hay una leve caída se pueda superar, como siempre se superó: yo tengo experiencias grandes en la selección, de haber superado momentos dificilísimos. El de Bilardo fue el más caótico que se vivió y después salimos campeones del mundo.
-El espíritu de1986 va a estar de todos modos. Por ahora, en los contratiempos?
-Si no es sufrido no sirve, parece, ¿no? Hay que ponerles el pecho a las balas. El espíritu va a estar, creemos, más allá de un montón de cosas, en la camiseta y eso no se toca. Eso se siente. Con eso se llega y se muere en la selección? En aquellos tiempos, teníamos todo en contra, todo para ganar porque nos daban por muertos. Hoy es diferente, el plantel es mucho más rico que aquel. Hoy pueden tener una guía que les dirá qué es la camiseta. Ojalá termine igual. Por ahora vamos pasito a pasito.
El cuarto de hora exacto que duró la charla no alcanzó para profundizar en temas que muy pronto dejarán de ser sólo "sensaciones" y tendrán que, sí o sí, resolverse. Pero sí fue suficiente para que lanzara algunas frases como títulos?
• "Me hubiera gustado tenerlos, pero la Argentina no se puede quedar con los brazos cruzados si no tiene a Riquelme y a Messi. Tenemos que buscar variantes y las tenemos."
• "Messi va a jugar un poco de todo. Yo hablé con él y me gustó mucho el último partido: de pasador, que no quiera terminar la jugada siempre él, que se lleve la jugada y haga definir a otro. Ese es el Messi que quiero."
• "Con que tengamos la pelota y que hagamos respetar la camiseta me iría muy tranquilo; no les pido más a los muchachos, están golpeados. Eso es lo que les voy a pedir, que jueguen por Maradona."
• "¿La 10? A Román se la voy a dar, seguramente. Por todo lo que representa, por el juego del equipo, por la pelota parada, por todo lo que demuestra en cada partido que juega."
• "¿La salida de Basile? Creo que era un poco buscar el cambio, ¿no?; lo de Basile ya fue y lo mío es novedad, es nuevo."
• "El miércoles me iría tranquilo sólo con ver un cambio de actitud, con el famoso clic, que es cambiar la mentalidad... El partido con Chile no me gustó para nada: que hayan caminado la cancha. Eso no se corresponde con la historia de la camiseta."
• "No tengo tiempo de trabajo para pedir nada más. Es tirar el equipo a la cancha y el cambio de actitud es lo que va a hacer que esta selección cambie."
• "Quiero lo que me hace feliz. Y Mancu [por Mancuso] me hace feliz, estamos preparando el partido y disfrutando."
• "Yo digo que el Cabezón [Ruggeri] le haría muy bien a la selección. Pero tiene un problemita con don Julio y lo tendrán que arreglar ellos como hombres. Yo voy a seguir. De renunciar ni hablar. Sería faltarles el respeto a Dalma y a Giannina. Y yo les falté mucho a ellas como para faltarles también en esto."
Dice que está bien. Porque se levanta todos los días, entre otras cosas...
-¿Por eso la gente debe confiar en vos, esta vez, Diego?
-Yo no le pediría nada a la gente, porque la gente tiene derecho a pensar lo que quiere. Me parece que acá pasa por saber que uno tiene los huevos como para afrontar la situación y la responsabilidad que por ahí antes faltaba. Por ahí, antes no encaraba cosas porque decía: «¿Y si me quedo en el camino, qué pasa?». Hoy no, hoy estoy firme.
Afuera es de noche, aunque son las 17.45 y hace frío. Es Glasgow, el escenario del primer capítulo de una historia que no se sabe cómo terminará. El protagonista es el mismo que hace casi 30 años. El desafío es distinto.
• Heinze y Gago, la avanzada
Sólo Heinze y Gago formaron parte de la delegación argentina que llegó desde Madrid a Escocia. Ayer, a partir de la tardecita, llegaron Coloccini y Gutiérrez; Burdisso y Zanetti; Mascherano y Tevez; Demichelis y Sosa. Hoy, a lo largo del día, Romero; Agüero, M. Rodríguez y Díaz; Carrizo; Denis (pese a una lesión) y Lavezzi; Lucho González y Licha López; Montenegro, Papa y Villagra

miércoles, 12 de noviembre de 2008

EL PROLETARIADO AL PODER

El combativo Tigre le pelea la punta en Argentina a Boca y San Lorenzo. Y los Bichos Colorados de Argentinos Juniors (son pequeños pero dejan roncha) son semifinalistas de la Copa Sudamericana. River Plate es último en la peor campaña de su historia.
Aurora de Cochabamba acaba de consagrarse por primera vez campeón boliviano en el Torneo Clausura 2008. El Apertura, en julio, lo ganó otro debutante con la gloria: Universitario de Sucre.
Sport de Recife se adueñó en junio de la Copa Brasil y es el primer clasificado a la Libertadores del país de Jorge Amado.
Everton de Viña del Mar dio el superbatacazo en Chile. El 3 de junio, después de perder 2-0 la primera final ante Colo Colo, le estampó un 3-0 que le dio su segunda estrella, 32 años después de la primera.
Boyacá Chico se alzó con el Apertura en Colombia y el Tolima puntea en el Clausura. Los dos grandes de Bogotá, Millonarios y Santa Fe, llevan décadas sin pronunciar la palabra campeón.
Deportivo Quito busca la vuelta olímpica después de 40 años en Ecuador. Barcelona suma once años sin coronar.
Sol de América lidera el pelotón en Paraguay a seis fechas del final. Cerro Porteño marcha 6º y Olimpia 8º, ambos sin chances.
Universidad San Martín se encamina al título en Perú. Parece imposible que se lo arrebaten. Universitario va 10º, Alianza Lima 11º.
Defensor Sporting ganó el campeonato Uruguayo 2007-2008 el pasado 25 de junio. Ahora va arriba Nacional, pero apenas un punto sobre Danubio. ¿Peñarol…? 5º.
Deportivo Italia se escapa en Venezuela, superando a los tradicionalmente ganadores Táchira y Caracas FC.
Pachuca en julio del 2007, Atlante en diciembre último y Santos Laguna a mitad de este año fueron los últimos tres campeones de México, donde Guadalajara y América parecen tener una cuesta cada vez más empinada hacia la cumbre.
Un somero repaso a los torneos latinoamericanos evidencia el dominio aplastante de chicos sobre grandes. No es nuevo, la tendencia comenzó en la última década, aunque eclosionó hace cuatro años. Y todo indica que se mantendrá.
Once Caldas en 2004 y Liga de Quito este 2008 se consagraron campeones de América. Cienciano en 2003 y Arsenal en 2007 alzaron la Sudamericana.
El cuadro se repite temporada tras temporada. Y arroja una comprobación: la declinación de los clubes grandes. Esta misma reflexión, sólo que con otros nombres, la planteamos hace dos años. ¿Qué está sucediendo? Las lecturas son diversas:
1) Los grandes ya no pueden sostener el tren del liderazgo.
2) Los chicos han crecido y los han igualado. O al menos se han acercado mucho. Y siempre son más en número, naturalmente.
3) Les han perdido el temor. Y les juegan a muerte.
4) El exitismo y la impaciencia exacerbados lo sufren los pesos pesado y lo aprovechan los pluma, gallo y mosca. River, Peñarol, Flamengo, pierden tres partidos y entran en crisis. Lo mismo que Independiente, Racing, Corinthians y todos los de su talla. En los equipos modestos hay menos presiones y se trabaja con mayor tranquilidad.
5) Los clubes poderosos siempre fueron compradores más que formadores. Antes, un jugador que destacaba en Danubio pasaba a Peñarol o Nacional. Ahora va directo a Europa. Esto debilitó a los grandes y los igualó con los chicos.
6) Los arbitrajes. En la actualidad casi todos los partidos son televisados y los jueces se ven expuestos a la lupa del hincha, del periodista, del dirigente. No es tan fácil favorecer a los clubes populares, como antes.
7) Hoy, con táctica, buena preparación y la mística que logre crear el DT, se equiparan las chances; corriendo se igualan. Once Caldas, Cienciano y Arsenal son paradigmáticos en tal sentido.
8) Mientras se mantenga el actual escenario económico en Latinoamérica y los clubes con tradición campeona no puedan fichar o sostener figuras, serán tiburones indefensos ante cardúmenes de pirañas.
Seguirán proliferando en la cima nombres inéditos, simpáticos como Aurora, Audax Italiano, Sao Caetano, Tigre, Pasto, Rampla Juniors, La Equidad… En fútbol, al menos en América Latina, gobierna el proletariado.
Por Jorge Barraza (Columna Alguien tenia que decirlo El Universo 12/11/08)

EL FÚTBOL ELEGANTE

Nunca nos fue necesario importar jugadores europeos. Ni en los tiempos en que Sudamérica braceaba mar adentro en el mar de la abundancia y Europa se secaba en la aridez de la pobreza y la guerra. Hubiese sido tan ridículo como que Colombia comprara café en Alemania. En cambio varios miles de futbolistas sudamericanos cruzaron el Atlántico para entretener y cautivar al público europeo. Y para darles gloria a sus equipos, incluso a sus selecciones, como es el caso de decenas de muchachos argentinos y uruguayos (también algunos brasileños) que jugaron para Italia, España o Francia.

Esa es la primera pauta de cuál fútbol es más bello, de quién tiene los mejores exponentes. Sudamérica no captó futbolistas europeos por una sencilla razón: salvo aisladas excepciones, nos gustan más los nuestros.

Cuenta Claudio Borghi que, estando en el Milan, Fabio Capello le dijo, en tono de reproche: "No los entiendo a los sudamericanos, nosotros los compramos por la fantasía y la clase que tienen, y cuando vienen aquí quieren ser como nosotros".

Igual a todas las áreas de la vida, el fútbol también se está globalizando. Comienzan a perderse las características propias de cada lugar: todos juegan más o menos con el mismo molde. Está dejando de haber un "estilo brasileño", una "escuela argentina", un "modelo alemán". No obstante, permanece un espíritu, una idea, un gusto por jugar de tal o cual modo. Y un dominio particular del balón.

Si le tiran una pelota a un niño inglés de 8 años la parará de una manera; si se la pasan a un peladito colombiano la detendrá de otra. Es genética la diferencia. Y nuestros genes, futbolísticamente hablando, tienen más refinamiento, son más graciosos.

Composición de lugar: alguien que no tiene la menor idea de quién es César Cueto lo ve dominar el esférico con su prodigioso pie izquierdo. ¿Qué va a pensar… que es belga? ¿Noruego, acaso…? Un artista de ese calibre, con esa gracia y belleza tiene un claro origen posible: América del Sur.

Desde hace un siglo existen dos formas de interpretar el juego. Los sudamericanos centramos la estrategia en la pelota, su dominio y buen uso. Los europeos basan la suya en la óptima utilización de los espacios.

Siempre he admirado (y me he preguntado) cómo teniendo una técnica claramente inferior, los europeos se las ingenian para competir en el más alto nivel. Y cómo son tan duros para nuestras selecciones. Es un correlato de la vida: cómo Irlanda, una isla rocosa poco bendecida por el trazo arquitectónico del Señor, puede tener una calidad de vida tan superior a Argentina, Colombia, Brasil, Venezuela, naciones riquísimas en recursos naturales.

Del cotejo de clubes no es posible hablar porque las abismales diferencias económicas tornan imposible la comparación. En julio de 2005, el Madrid hizo un cheque de 40 millones de dólares solo para que Robinho entibiara su banco de suplentes. Como contracara, en algunos de nuestros países se pagan todavía 800 dólares de sueldo a un futbolista profesional. Porque no hay más.

Aún así, tres años atrás vimos cómo un Inter de Porto Alegre, casi diezmado y sin ningún refuerzo, vencía en la final del mundo a un Barcelona que era una constelación internacional. Y doce meses después, São Paulo hizo lo propio con el poderoso Liverpool. Es que aquellos tienen dinero, pero estos son brasileños, nunca olvidarlo.

Adoro ver fútbol inglés. Es mi programa los sábados por la mañana. Siempre me ha gustado el coctel de frontalidad, combate, potencia, dinámica y ambición ofensiva que caracterizan el juego británico. Se arman partidos borrascosos y emotivos. Mas, debemos convenir: fantasía cero, ingenio cero, técnica uno.

Estábamos en el Sudamericano Sub-20 en Asunción en 2007. Éramos unos 40 entre observadores de talentos, periodistas, representantes de clubes europeos. Asistíamos a un maravilloso choque Brasil-Uruguay. Los Celestes presentaron, entre varios buenos, un zaguerazo, Martín Cáceres (acaba de ficharlo el Barcelona en 16 millones de euros), con todos los atributos de los grandes defensas uruguayos de la historia: agresividad, coraje, aguante, fortaleza, marca. Físicamente excepcional y anímicamente un indio salvaje. Un miura.

Pero enfrente había brasileños…

Viene una bola al ras para Alexandre Pato (entonces con 17 años) y Cáceres sale a comérselo vivo. Pato corre hacia atrás a buscar la globa para no ser anticipado, con Cáceres soplándole la nuca. El brasileño, a la carrera, la levanta grácilmente de cucharita hacia atrás y se la pasa por encima de la cabeza. Cáceres sigue de largo y Pato enfila directo al arco.

Faltó el "ooooooooleeeee…". No más. Fue un gesto técnico colosal a toda velocidad, una explosión de ingenio y atrevimiento. Quienes compartíamos la platea nos miramos asombrados. Ahí nomás se empezó a fantasear con su cotización: ¿20 millones… 30? El Inter de Porto Alegre, su club de entonces, la fijó en 40 millones de euros (Milan finalmente reunió 22 millones de euros y se quedó con la joya). Tengo la sensación de que jamás una persona nacida y criada en Europa podría concebir esa maniobra. Menos en Corea o Japón. Es lo que natura nos da…

La maniobra de Pato tiene marca registrada: se llama fútbol sudamericano
Por Jorge Barraza (revista Soho Noviembre/08)

martes, 11 de noviembre de 2008

RIQUELME, CON EL ORGULLO TOCADO


Luego de colgarse la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Pekín, en agosto pasado, Juan Román Riquelme regresó agotado físicamente. Sin embargo, a las pocas horas, mostró su mejor actitud para ponerse la camiseta azul y oro, y colaborar en la conquista de la Recopa frente a Arsenal. A partir de allí, quizás agotado atlética y mentalmente por una seguidilla interminable de desafíos, JR se desinfló , perjudicando el funcionamiento del equipo, que durante los primeros compromisos del semestre había mostrado a Leandro Gracián como inspirado creador.
Muchos arriesgaron que el enganche ya no tenía más motivaciones en el año, porque en pocos días había logrado dos trofeos. Incluso, durante esas semanas sombrías, se observó lo peor de Román, fastidiándose públicamente ante las fallas de sus compañeros. Además, los xeneizes estuvieron cuatro partidos sin triunfar con la presencia del N° 10 en el campo.
Y cuando todo parecía derrumbarse, con la explosión mediática del grave conflicto interno que desempolvó Julio Cáceres, inesperadamente Riquelme encontró allí un desafío para reactivarse. Volvió a motivarse, justo antes del superclásico. "Yo no quiero ser amigo de ustedes, pero en la cancha tenemos que ser hermanos”, dijo Román a sus compañeros, en el vestuario. Y Boca ganó 1-0, en el mismísimo estadio Monumental, bajo la conducción del muchacho nacido en Don Torcuato.
Unos días antes del partido en Núñez, algo había quedado en evidencia: de la profunda interna, el contundente ganador resultó el paraguayo Cáceres, porque no sólo no fue sancionado por el DT Ischia ni por los dirigentes, sino porque además otros jugadores lo respaldaron en la intimidad, muchos de ellos, referentes, como Palermo, Palacio, Battaglia y Morel Rodríguez. Entonces, la única manera que también tenía Riquelme de sentirse ganador en el conflicto era demostrándolo en el campo de juego y siendo determinante, como resultó para Boca a partir del encuentro frente a los millonarios.
JR encontró resguardo en su amigo, Hugo Ibarra, pero también en Luciano Figueroa, Damián Díaz y en algunos juveniles. A partir de allí, comenzó a sentirse cómodo otra vez. Y no por casualidad ocurrió que Boca encadenara cinco victorias en el campeonato.
Está muy lejos del nivel futbolístico que exhibió en la Copa Libertadores 2007, obtenida por los xeneizes, pero en los últimos compromisos se acercó a ese número 10 decisivo, que "ganaba los partidos solo". A veces, dando ventajas físicas, y en otras oportunidades, quedando preso de sus movimientos aletargados, a Riquelme le alcanza para ser el guía ofensivo del conjunto dirigido por Ischia. Lo demostró contra Arsenal, anteayer, y frente a San Lorenzo, en la 13a fecha, al marcar goles de tiro libre que le permitieron a los boquenses llevarse los tres puntos en juego.
Más allá de algunas críticas, es intocable para el entrenador. Con una pincelada como la que hizo en Sarandí, explicó por qué debe estar en el campo hasta que él diga lo contrario. "Riquelme está a pleno. Dicen que no corre mucho, pero no pienso así. Es un jugador experimentado y sabe manejar sus propios tiempos. Es irreemplazable, no hay dudas", lo elogió Ischia.
Sin rendimientos lujosos, pero oportunista, Boca sigue soñando con el título. El mayor responsable, quizá, es Riquelme, que necesitó sentirse con el orgullo tocado para potenciar su figura.
• El DT Ischia y la figura de Bianchi
"Si es por el bien de Boca, fuera de cualquier falsedad, yo sería el primero en querer que Carlos esté acá", expresó Carlos Ischia, en radio Del Plata, ante la posibilidad de que Carlos Bianchi regrese al club de la Ribera a partir de enero próximo.