viernes, 15 de enero de 2010

San Lorenzo festejaba hasta que apareció Palermo


MAR DEL PLATA.- El vértigo que propusieron los equipos en el comienzo del partido resultó determinante para que el encuentro fuese atractivo, una característica poco común en plena puesta a punto para el torneo local. Aunque en esta ciudad, las emociones se potenciaron en los dos choques que se disputaron y San Lorenzo fue el protagonista en ambos, porque lució ambicioso en su presentación en el empate 2-2 ante Estudiantes, y anoche, ante Boca, mostró una versión similar. Fiel a un estilo bien marcado, con la verticalidad como estandarte, el Ciclón desnudó la falta de rodaje del equipo xeneize, pero una vez más el equipo de Alfio Basile encontró soluciones en el salvador de siempre: Martín Palermo.

Fueron 15 minutos intensos, en los que los dos mostraron su costado positivo. Parecieron dispuestos a intentar resolver rápido el asunto, pero sólo el Ciclón estuvo acertado. Boca encandiló con un arranque voraz, donde predominó la velocidad. Incluso, fue tan rápido que en apenas siete minutos tuvo su primer festejo de 2010 con un cabezazo de Colazo.

Pero las revoluciones xeneizes bajaron considerablemente y eso le permitió a San Lorenzo apoderarse de la pelota. Entonces, el conjunto de Simeone respondió a pura contundencia. Apenas en 60 segundos torció la historia. Le alcanzó con dos avances para quebrar la cáscara de Boca. Primero Kily González contó con la complicidad de un rebote en Gunino para igualar la historia, y después Bordagaray sacó un disparo exquisito por encima de Abbondanzieri, que pareció innecesariamente adelantado.

Después, Boca intentó volver al juego, pero por su falta de recursos se encomendó a lo que le pudiese ofrecerle Nicolás Gaitán. En cambio, San Lorenzo contó con la velocidad de Papu Gómez y Bordagaray, dos problemas demasiado grandes para las defensa xeneizes.

En la segunda etapa, el equipo de Basile otra vez intentó imponer sus condiciones. A Gaitán, agresivo por la derecha, sólo el palo le negó el gol, pero Viatri corrigió el rebote para llegar al empate. Pero Boca no mantivo esa vitalidad y San Lorenzo, aunque no estuvo tan claro como en el comienzo, entendió que la fragilidad defensiva xeneize le ofrecería nuevas oportunidades. Por eso Bottinelli cabeceó cómodo entre los centrales y volvió a poner al Ciclón en ventaja. Pero, claro, Basile recurrió al banco de suplentes y allí estaba el salvador de tantas batallas: Martín Palermo, que en el tercer minuto del tiempo adicionado logró que Boca no tuviese un comienzo de año amargo.

No hay comentarios: