lunes, 18 de enero de 2010

Y EL 10 SIGUE EN DUDA


MAR DEL PLATA.- Toda esta situación de incertidumbre en Boca tiene su correlato en alguien que la alimenta, paradójicamente, sin estar siendo protagonista en la cancha: Juan Román Riquelme. Con su ausencia, limita el potencial del equipo y plantea interrogantes. ¿Cuánto le ofrece a Boca en estas condiciones? ¿Superará definitivamente su lesión y obtendrá la continuidad que él y el conjunto necesitan? ¿Qué pasará cuando venza su contrato a mediados de año?

Por lo pronto, parece que el Nº 10 reaparecerá pasado mañana en esta ciudad, frente a River, por la Copa Desafío. "Prefiero perder los cuatro partidos del verano y ganarle a Argentinos", sostuvo Riquelme, hace unos días, cuando el plantel aún estaba en Buenos Aires, aludiendo a los compromisos de Mar del Plata y al debut en el torneo Clausura. Pero, como lo había anticipado Alfio Basile, el enganche actuará como titular en por lo menos uno de los superclásicos, y los indicios sugieren que lo será en el primero, aun con muy poco fútbol encima en la pretemporada.

Román no hizo todas las tareas físicas a la par de sus compañeros en Tandil. Aún se teme que la fascitis plantar del pie derecho, supuestamente ya curada, reaparezca y haga intermitentes las presencias del enlace en los próximos meses. Por eso, no se ejercitó sobre superficies duras, como en las subidas y bajadas por las piedras de las sierras. Pero casi tampoco practicó fútbol; apenas efectuó algunos trabajos tácticos con pelota en espacios reducidos. Hoy participaría en un partido de ensayo, en una cancha de dimensiones regulares.

Vale recordar que Riquelme no juega desde el 28 de octubre último, cuando se resintió de la vieja dolencia en el período inicial de Boca 3 vs. Chacarita 0. Lleva, entonces, dos meses y medio sin actividad exigente, amén de los muchos encuentros en los que había faltado en todo 2009. Pero él, una de las figuras xeneizes, se hace muy necesario en compromisos delicados, como el superclásico de este miércoles (el otro será el domingo en Mendoza), que en el caso de una derrota intensificaría el clima pesado que aqueja a Boca en estos tiempos.

Pero para Román el desafío es de cuidado. Una recaída en la lesión resultaría un pésimo signo. Perderse muchos compromisos en un semestre que será el último de su contrato no constituiría una seductora invitación a renovarlo, al menos por cifras generosas. Ya bastante le paga mensualmente Boca como para que el 10 tenga tan poca acción en el césped, pues Riquelme no deja de cobrar un sueldo, por más que este tercer año de vínculo con la entidad sea "gratis", según lo que anunció el propio jugador.

Pero hay más. Tras la conquista de la Copa Libertadores en 2007, el futbolista quedó "atrapado" en Villarreal y recomenzó en Boca en enero 2008, por lo que su nexo contractual de tres años debería vencer a fines de 2010. El club xeneize quiso anotarlo para el Mundial de Clubes, cosa que se frustró, pero el entonces presidente, Pedro Pompilio, de afectuosa relación con Riquelme, "reconoció" retroactivamente a éste en el contrato ese medio año en que Román estuvo en España y no en La Boca. Por lo cual, el vínculo vencerá en junio próximo y aquellos números relativos crecen si se considera que el jugador habrá estado dos años y medio, y no los promocionados tres, a disposición de la entidad.

Pero aunque Román es costosísimo para la tesorería xeneize, resulta un intocable. Basile lo embandera como el líder futbolístico de su conjunto, y hace unos días reconoció que el enganche era el único que lo había respaldado en sus difíciles últimos días a cargo del seleccionado argentino. Carlos Bianchi, manager xeneize, dijo desconocer por qué el nexo contractual del mediocampista concluirá en junio y no en diciembre, y ensalzó al talentoso enganche: "Sabemos lo importante que es para el equipo", destacó a uno de los que ocupan los puestos de la "columna vertebral".

En fin. Riquelme estaría a punto de reaparecer, con el soporte de los hombres de peso del club, pero también con el riesgo de resentirse de una lesión traicionera. Y siempre, con el fantasma latente de la división del vestuario. En este presente neblinoso, tiene cosas importantes en juego con miras al semestre. Como Boca.

Las posibles llegadas de Méndez y Ledesma. Los dirigentes de Boca son optimistas en cerrar hoy la incorporación de Jesús Méndez, de Central. Y mañana podrían definir la llegada de Cristian Lobo Ledesma (Olympiacos, de Grecia).

Hace tiempo que ambos futbolistas son pretendidos por Alfio Basile.

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