martes, 9 de junio de 2009

20 AÑOS/VEINTE CIUDADES-CAFE TACUBA


Concierto de Café Tacuba . Gira 20 años/20 ciudades. Con Rubén Albarrán en voz, Quique Rangel en bajos, Joselo Rangel en guitarra, Emmanuel del Real en teclados y Luis Ledezma en batería. Invitado: Alejandro Flores en violín, guitarra y voz. El sábado, en el Luna Park.
Nuestra opinión: muy bueno

Primero, veinte años en fotos (desde las pantallas laterales al escenario), en algo más de un minuto; luego, veinte años en concierto, en dos horas y media de balance perfecto entre furia rockera, baile desencajado y recogimiento. Una vez más, el cuarteto mexicano demostró que su sonido es único y contagioso, y en días en que sus compatriotas están mal vistos por la propagación de la gripe porcina, van por el continente esparciendo su fórmula irrebatible: canciones encantadoras, un frontman gigante que contrasta su pequeña estatura con su enorme vínculo con el público, y un trío de instrumentistas de escasa pose y sobrada eficacia que, desde la salida de su disco más reciente, Sino , sumó a un baterista, pieza fundamental para cualquier banda de rock salvo para Tacuba, que no es una banda cualquiera.

Una escenografía de apariencia industrial pareció el marco perfecto para el comienzo rabioso que levantó a las casi 5000 personas de sus butacas ("Estadio (la 9)" y "El Borrego"). "No controles" y "Alarma" se encargaron de completar el tramo inicial del show, y esa escenografía metálica, con el correr de los minutos, dio paso a los matices propuestos por las siete pantallas de leds dispuestas por encima de los músicos y por detrás de ellos, como si se tratara de piezas de un rompecabezas.

"Así que no le tienen miedo a la influenza, a la mala influencia de Café Tacuba", fueron, en broma, las primeras palabras no cantadas de Rubén Albarrán, para luego comentar entre suspiros: "Aquí traigo las medicinas... Que el tiempo se disuelva y con él, también, sus miedos". De allí en adelante, la banda desplegaría sin pausas un arsenal de clásicos, como "Qué pasará", "Puntos cardinales", "Déjate caer" (de los chilenos Los 3) y "Tengo todo" y "Volver a comenzar", estas últimas de Sino .

Clásicos
El cuarteto azteca optó por celebrar sus dos décadas de trayectoria y de influencia en el rock de América latina con una extensa lista de temas que no dejó ni disco ni ritmo por visitar. Del hardcore al ska, y de la música folklórica mexicana a la balada, Albarrán y los suyos plantearon una fiesta que se diferenció de sus últimas visitas por el acento puesto en el repaso y en la celebración. El set más festivalero de la banda llegó al promediar el show y contó con otro clásico: el aporte del violinista, cantante y guitarrista Alejandro Flores. Con él recordaron a su tierra y le arrancaron a la platea varios "¡Viva México!". "Las flores", su versión de "Ojalá que llueva café", "El aparato" y "Esa noche" integraron el pasaje más folklórico, antes de retomar con tres irrebatibles: "María", "Cómo te extraño" y ese bolero, con final de chachachá, que es "El puñal".

Tras el ensayo de despedida y el regreso a escena, la banda se despachó con los últimos ocho clásicos de la lista. Albarrán cantó en una especie de burbuja transparente de plástico, y sobre ella se sucedieron la electrohipnótica "Encantamiento inútil", la declaración de amor de "Eres" y el estallido final: "Chilanga", "Ingrata" y "Chica banda", cruzada con "El ciclón". Punto final para una síntesis envidiable: veinte años en dos horas y media.

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