jueves, 11 de junio de 2009

UN LLAMADO PARA VER EL FUTURO

Como técnico del seleccionado, Diego Maradona repitió en esta ciudad todas las veces que lo creyó necesario que estaba "a muerte con este grupo". Para esta serie por las eliminatorias armó un grupo muy de su gusto, con abundancia de jugadores de depurada técnica, vocación ofensiva y fuerte personalidad. El potencial es más que interesante y promisorio, pero eso no quita ni debe hacer olvidar que este equipo tiene todo por demostrar, que deberá encontrar un funcionamiento y entendimiento en plena competencia, conseguir una afinidad futbolística que por ahora sólo está en los papeles, en las especulaciones sobre un plantel muy coral y estético.

Disputada la 14a fecha de las eliminatorias, los cuatro clasificados para Sudáfrica 2010 hasta hoy son Brasil (27 puntos), Chile (26), Paraguay (24) y la Argentina (22). El seleccionado de Maradona está a dos puntos de la zona de repechaje, que justamente ocupa Ecuador (20). Expectantes sin resignarse están Uruguay (18), Colombia y Venezuela (ambos con 17). Para entender un poco lo que vendrá, conviene desmenuzar por separado los aspectos estadísticos del escenario que se tiene por delante.

Para calibrar el contexto actual hay que extender la mirada a la tabla final de clasificación al Mundial 2006: Paraguay, el tercero, y Ecuador, el cuarto, se clasificaron con 28 puntos, mientras que Uruguay (25 puntos) quedó eliminado en el repechaje a manos de Australia. Teniendo en cuenta esto, para ingresar entre los cuatro clasificados, la Argentina debería ganar al menos dos de los cuatro partidos que le quedan. Y los desafíos que se vienen no son precisamente nada fáciles... Sucede que después de la derrota de ayer frente a Ecuador, la siguiente doble fecha del año -en septiembre- será nada menos que con Brasil, en River, y ante Paraguay, en Asunción, dos partidos con pronósticos abiertos. Y la serie desenlace será en octubre, primero contra Perú en el Monumental, y posteriormente en Montevideo ante Uruguay. En las últimas dos eliminatorias, la Argentina llegó clasificada al último partido y fue espectador de las necesidades charrúas.

Habrá que ver cómo se dan las cosas en esta oportunidad. Pero como dato para tener en cuenta es que el 14 y el 18 de noviembre se jugarán los partidos frente al representante de la Concacaf.

Si el destino final es Sudáfrica 2010, la Argentina carretea en la pista, pero no levanta vuelo todavía y la visibilidad un día tiene una actuación regular y al otro mejora un poco. Pero sin la tranquilidad que tanto se anhela. Cada eslabón, desde el cuerpo técnico hasta el último de los convocados, debe dar un impulso mayor para superar la zona indefinida en que se encuentra ahora, después de complicarse la vida sólo en los 2850 metros de Quito.

Hasta no hace mucho, era un pensamiento general dar por descontada la clasificación para el Mundial. Mientras, el seleccionado no se reencuentra con un rendimiento sustentable y los problemas no encuentran las soluciones necesarias.

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