PACIENCIA...MUCHA PACIENCIA

Cuestión de estilos. A veinticuatro horas del primer gran partido del año, con la Liga perdida y el Barça sin haber marcado un solo gol en los dos últimos encuentros de Liga en el Camp Nou, parece que el Manchester sea más de lo que es. Y no, no es exactamente así. Cierto que el fútbol es un estado de ánimo y que en estos momentos el equipo inglés transmite mejores sensaciones. Pero también lo es que en el fútbol cada partido es distinto e, incluso admitiendo que el estado de ánimo favorece al rival, la capacidad de automotivarse puede cambiarlo todo. Y en este sentido, es imposible que los jugadores de Rijkaard tengan un objetivo mayor por el que motivarse. Por lo tanto, propongo que ya que les hemos dado tantos márgenes de confianza, les demos uno más, el último. Estemos con ellos hasta el último minuto de esta eliminatoria y luego, actuemos en consecuencia.

Filosofías aparte, también hay argumentos futbolísticos para ser optimistas. Los equipos ingleses están de moda y más después de que Liverpool y Arsenal nos impresionaran en los cuartos de final. Pero no hay que obsesionarse con ello. Estos equipos muestran todo su poderío cuando juegan contra rivales que les oponen el mismo estilo futbolístico. Es decir, entre ellos. Si les juegas de igual a igual, te arrasan. Pero si les escondes el balón, les mareas con rondos y más rondos y controlas en lugar de precipitarte, lo pasan mal. Y el Manchester es el equipo más inglés de todos. En Europa ha sufrido cada vez que ha salido de Old Trafford. El año pasado, un Milan en declive le metió tres. ¿Alguien me puede decir por qué hay que tenerles miedo?

Otra cosa es el respeto. Y así sí, todo el del mundo. Para empezar, el Barça ha de jugar mañana con paciencia, mucha paciencia. Tocar, tocar y tocar para descolocarles y, sobre todo, mucho cuidado con no perder el balón. Y pensar, siempre, que es mejor un 1-0 que un 2-1. Y que esto no se acaba en el Camp Nou, sino que hay otro partido por delante. Es decir, que si el Barça juega como sabe, el Manchester no es imbatible.