lunes, 27 de abril de 2009

A DEMOSTRAR QUE SOMOS LOS MEJORES

UNA SEMANA DE INFARTO. En siete días el Barça se juega la Champions y quizá la Liga. La gloria o la gran decepción. Pasar a la historia o quedarse con cara de tontos. Esto quiere decir que está vivo en las dos competiciones más importantes pero a la vez es una amenaza terrible para el entrenador que sabe mejor que nadie el riesgo enorme que afrontan. El calendario es traidor, como si lo hubiese hecho un enemigo. En una semana se enfrentan dos veces al poderoso Chelsea y en medio a un Madrid que no ha perdido la fe de alcanzar al líder. Es lo que hay y de nada sirve lamentarse. Todo lo contrario, hay que positivarlo ya que si se superan los obstáculos el final puede ser apoteósico. Es ahora, precisamente, ahora, cuando el Barça debe demostrar lo que vale, que son los mejores, que saben crecerse ante las dificultades.

EL CLÁSICO PROMETE. El Barça anda metido en una espiral diabólica. Es la hora de la verdad, no tienen un día de fiesta y en cada partido se les exige el máximo. Aunque no lo parezca, esto más que un castigo es un mérito. Están cerca de la gloria pero entre tanto caminan por el alambre sin tiempo a ver el precipicio que tienen debajo. La ventaja es que mentalmente están muy fuertes ya que la ambición de los títulos les da una energía complementaria. Solo así se explica que puedan aguantar el pulso que les hace un Madrid que ha resucitado el sueño de la Liga. Máxime cuando el equipo de Juande juega con la ventaja de disputar un solo partido por semana frente a un rival que va con la lengua fuera. El clásico del Bernabéu del sábado promete emociones fuertes ya que a cuatro jornadas del final del campeonato puede ser clave.

LO MEJOR ESTÁ POR LLEGAR. La victoria de ayer en Sevilla no hace otra cosa que confirmar que al Madrid no se le debe dar nunca por muerto. Los blancos no pierden la fe y cuando estaban más apurados, perdiendo en el Sánchez Pizjuán, aparece ‘San Raúl’ para marcar un ‘hat trick’ que complica las cosas al Barça ya que se sitúan a cuatro puntos. Pero este calendario de locos no permite recrearse en el pasado, mañana mismo hay el partidazo del año en el Camp Nou, un Barça-Chelsea que quita el sueño a más de uno. En tres días aparcar la Liga y enchufarse a la Champions es un esfuerzo que a estas alturas de la temporada sólo está al alcance de los grandes equipos. Tenemos la confianza y el convencimiento de que lo mejor de este Barça está por llegar. No será fácil pero las grandes proezas surgen siempre en los grandes momentos.

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