El Barça tendrá que aprender, otra vez, a jugar sin Lionel Messi durante el próximo mes y medio. Ya lo tuvo que hacer en la recta final del 2007 y, sobre el papel, ahora está más preparado que entonces para asimilar su baja pues cuenta con Ronaldinho de Assis, Samuel Eto’o y Thierry Henry quienes durante la anterior ausencia del argentino también estuvieron de baja por diferentes motivos. Sin embargo, es el momento de que los tres cracks de la plantilla estén a la altura de su historial y de su indudable calidad y marquen la diferencia cuando lo necesite el equipo.
Messi era en la actualidad el jugador más en forma, el más desequilibrante de la plantilla. Mientras los otros tres ases del póquer de estrellas se le iban cayendo del equipo a Rijkaard, Leo mantenía al Barça a flote. Tras su lesión ante el Valencia llegó el fiasco ante el Real Madrid y con su regreso al once blaugrana el equipo volvió a recuperar el buen juego y las ilusiones de conquistar algún título en este curso.
Ahora, el equipo se jugará sin Leo buena parte de sus opciones en el pulso con el Real Madrid en la Liga; también, el pase a la final de la Copa del Rey; y, como mínimo, la ida de los cuartos de final de la Champions. La reacción del Camp Nou, que se quedó helado ante las lágrimas de Messi, refleja la gravedad de su baja.
En cualquier caso, ha llegado el momento para que los otros ‘fantásticos’ se puedan reivindicar sobre el terreno de juego. La responsabilidad vuelve a recaer sobre ellos y parece más que probable que, de entrada, Frank Rijkaard apueste por ellos para que asuman el peso atacante en los próximos y decisivos encuentros.
Ronnie, Samuel y Henry son tres cracks contrastados que cuando han estado en plena forma, han tenido la calidad para ser, por sí solos, los líderes indiscutibles de cualquier equipo. Por lo tanto, no hay dudas en cuanto a su capacidad para confiarles la suerte del Barça en esta temporada. Otra cosa es que, hasta el momento, y por diferentes circunstancias, han mantenido un rendimiento irregular.
Penalizados por las lesiones, los compromisos de sus selecciones o por su bajo estado de forma, sólo se les ha visto brillar en contadas ocasiones en la presente campaña. Todos estos contratiempos han provocado que apenas hayan coincidido sobre los terrenos de juego en un partido oficial. Porque siempre había al menos uno de ellos en el dique seco, pero también porque Rijkaard todavía busca la fórmula para que funcionen bien cuando coinciden sobre el terreno de juego.
Lionel Messi no sólo era el que estaba en un mejor estado de forma, sino que además ocupaba la banda derecha en la que ninguno de los otros tres se desenvuelve con comodidad. Henry además ya ha dicho que le cuesta adaptarse a la banda izquierda, en la que competía hasta ahora con Ronaldinho; y el rendimiento de Eto’o se ha resentido seriamente cuando ha tenido que jugar en una banda.
De hecho, el único jugador de la plantilla que por sus características responde a un perfil apropiado para jugar en la banda derecha en estos momentos es Giovani dos Santos y de hecho, el técnico holandés recurrió al mexicano en varias ocasiones durante la anterior ausencia de Messi. Pero tanto Giovani como Bojan apuntan a lo que son por ahora, buenos recambios para los que tienen que asumir la responsabilidad en la recta decisiva de la temporada, los cracks de la plantilla.
Tomado del Diario Sport
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