lunes, 18 de mayo de 2009

EL PAPEL DE GUARDIOLA

EL MEJOR. Lo primero que dijo, públicamente, se entiende, Guardiola después de ganar la Liga fue que sin estos jugadores no sería campeón. Y dijo bien. Pero también podría argumentarse que estos jugadores, sin este entrenador, tal vez tampoco hubiesen sido campeones. De hecho, muchos de ellos no lo fueron los dos años anteriores.

Es el eterno debate sobre la importancia del entrenador. Para empezar, es evidente que los que ganan y pierden los partidos son los jugadores. Pero también lo es que el que alinea a éstos o a aquellos jugadores es el entrenador. Y que el que tiene a los futbolistas en el estado anímico y físico adecuado es el entrenador. Por no hablar del orden táctico y disciplinario, entre otros órdenes.

Está bien que Guardiola opte por la modestia. Los que tenemos que valorarle somos los demás. Y es bueno que dé el mérito a sus futbolistas, que lo tienen por su calidad y, sobre todo, por el esfuerzo y el sacrificio con el que han trabajado. Pero esto es un equipo y el entrenador forma parte del mismo. Al nivel de super-elite del que estamos hablando, es difícil que un técnico enseñe a tocar el balón a un futbolista, pero sí puede hacer que rinda más situándole en la posición que mejor se adapta a sus características dentro del estilo y de la táctica con la que se va a jugar y manteniéndole motivado y en tensión toda la temporada. Un entrenador ha de ser, ante todo, un gran conductor de hombres. Y Guardiola lo es. Posiblemente, el mejor.

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