martes, 6 de mayo de 2008

"PEP" ES EL HOMBRE


La comisión delegada del FC Barcelona (formada por Joan Laporta como presidente, Albert Vicens, Marc Ingla, Ferran Soriano, Alfons Godall y Jaume Ferrer como vicepresidentes, Jordi Badía como jefe de gabinete, Anna Xicoy como directora general y, finalmente, Txiki Begiristain como secretario técnico) estuvo reunida ayer por espacio de cinco horas (desde las 14, 00 hasta las 19,00 horas) en las oficinas del club para someterse a un profundo debate y hablar del presente y del futuro del primer equipo; por qué se ha llegado a la situación actual (dos temporadas sin ganar un título) y qué hay que hacer para revertir una situación que ha llevado al club a vivir un periodo de crisis deportiva e institucional sin precedentes en los últimos cinco años. Si ese examen de conciencia, de autocrítica, no se había realizado con anterioridad fue porque el equipo aún estaba inmerso en plena competición y tenía opciones de alcanzar la final de la Champions League.

La decisión más importante que tomó ayer la comisión delegada fue apostar decididamente por Pep Guardiola como próximo entrenador del FC Barcelona en sustitución de Frank Rijkaard. No tendrá carácter oficial hasta que Joan Laporta y sus vicepresidentes le trasladen el criterio aplicado por Txiki Begiristain al resto de miembros de la junta directiva en la reunión que tendrá lugar este jueves. Se someterá a la opinión de todos y cada uno de los directivos la conveniencia o no de entregarle las riendas del primer equipo a Guardiola. A priori, es de suponer que haya una aplastante mayoría a favor del actual responsable del equipo filial.

Una vez la junta directiva de su visto bueno será cuando Joan Laporta y Txiki Begiristain le comunicarán a Frank Rijkaard que el club no tiene la intención de hacer valer la temporada que le queda por cumplir y que expira el 30 de junio del 2009.

Todos los integrantes de la Comisión Delegada le pidieron a Begiristain, como máximo responsable deportivo del club, que explicara las razones por las que no confiaba en el resto de entrenadores que han ido apareciendo en el escaparate azulgrana y que, muchos de ellos, sí son del agrado de algunos directivos, como José Mourinho, Manuel Pellegrini, Laurent Blanc o Michael Laudrup. Txiki hizo una disección técnica de cada uno de ellos, evaluando sus pros y sus contras. Finalmente llegó a la conclusión de que la mejor opción para el futuro inmediato del club es Guardiola. Es más, Txiki, como informó recientemente SPORT en exclusiva, comentó a los presentes que ya había leído el informe que le pidió a Pep sobre la actualidad del primer equipo. Con qué jugadores se quedaría, de cuales prescindiría, como serían sus métodos de entrenamiento, de trabajo, su forma de jugar y qué aspectos o departamentos mejoraría, como los servicios médicos, planificación de viajes y otros muchos detalles que, sumados, son importantes en el quehacer diario de un equipo de fútbol profesional. Begiristain comunicó a sus compañeros de comisión que apoyaba personalmente todos los puntos que aparecían en el ‘Informe Guardiola’. Por lo tanto, puede considerarse la elección del ex capitán del Dream Team una decisión personal de Txiki, avalada, por supuesto, por el presidente de la entidad y todos sus vicepresidentes.

Fallaron los jugadores

La noticia no se hará oficial por parte del FC Barcelona antes del 20 de mayo, día que tiene previsto Joan Laporta comparecer ante los medios de comunicación para realizar un análisis exhaustivo de lo que ha sido la temporada 2007-2008. Laporta tiene la intención de explicar de forma pormenorizada y con nombres propios las razones del fracaso deportivo que ha vivido el club. Tiene la intención de explicar que todos tienen la conciencia tranquila, porque el pasado verano se decidió darle una oportunidad a los mismos jugadores que ganaron dos ligas y una Champions League. Con muchos de esos jugadores habló el club (Ronaldinho y Deco entre otros) y obtuvieron por su parte la promesa de hacer propósito de enmienda para no repetir errores pasados. Después, a la hora de la verdad, ha resultado peor el remedio que la enfermedad. En cualquier caso, sí se le puede achacar a la entidad barcelonista pecar de un exceso de confianza.

A Frank Rijkaard nunca se le acusará, desde el club, de no estar capacitado para hacer un buen trabajo técnico, pero sí se le podrá echar en cara que se ha mostrado muy permisivo con sus estrellas e incapaz de controlar un vestuario que al final ha sido el que le ha fallado a él. A la hora de la verdad los futbolistas no han sabido pagarle con la misma moneda a su entrenador. Esta vez, sin embargo, con el técnico se irán muchos de ellos... Y llega Guardiola.

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