
ROSARIO.- El escenario no era el más auspicioso para la versión madura de Boca. El bajón en el rendimiento de algunos de los referentes (Riquelme y Morel Rodríguez, los más evidentes), tres desafíos sin ganar en el Apertura (apáticas igualdades frente a Independiente y Argentinos, y la caída ante Tigre) y un rival, Newell s, envalentonado anímicamente (llegaba de quebrarles el invicto a los Rojos y el vehemente DT Gamboa había pronosticado una victoria), resultaban elementos suficientes como para no lanzar suspiros triunfalistas. Sin embargo, una vez más, cuando algunos lo creían en declive, el equipo de la Ribera ostentó su categoría y, sobre todo, su oficio, para superar un espinoso obstáculo y marcharse de esta ciudad a sólo dos puntos del líder, San Lorenzo.
Los primeros 20 minutos del partido que completó la 2» fecha exhibieron a Boca como dominador. Con Riquelme activo y preciso en las asistencias los xeneizes se apoderaron de cada sector del terreno, ante un Newell´s errático y nervioso. A los seis minutos, luego de un defectuoso córner ejecutado por el movedizo Diego Torres, Noir, Riquelme y Dátolo fabricaron un contraataque demoledor, que selló el delantero arrojándose al suelo en la boca del arco defendido por Peratta. Más tarde, Vargas, tras una pisadita de potrero , pudo ampliar, pero su remate se desvió a centímetros de un palo.
Hasta allí, Boca no había padecido sustos, pero un error del juez Collado, al cobrar un penal por una infracción inexistente de Paletta al empeñoso Bernardello, que Schiavi transformó en gol, lo hizo tambalear. El aliento del público terminó de revitalizar a los locales, que con el empuje de Diego Torres más de una vez incomodaron a Caranta. Boca se desordenó, se dispuso a cambiar golpe por golpe y el desarrollo se volvió intenso y disputado al límite.
En la segunda parte, Gamboa movió algunas piezas: Vangioni reemplazó al inestable Cristaldo y aportó un ida y vuelta profundo por la banda izquierda. Pero Ischia también alteró su pizarra y acertó; Gracián y Gaitán le brindaron a Boca una pausa y un criterio en la circulación que Dátolo no pudo lograr. Tras una jugada a puro toque, que incluyó un taco de Riquelme, Gracián estrelló un tiro en la base de un palo; pero a los 17 minutos, Viatri, de cabeza, frente a una pobre respuesta de Peratta, consiguió la merecida diferencia.
Newell s sintió el mazazo, Torres perdió energía y Fabbiani mostró lo peor de su estado físico. Así y todo, a los 36, los rosarinos aprovecharon un yerro de Paletta en el área para igualar con Insaurralde.
Pero Boca, tocado en su amor propio, con Ischia en el banco mordiéndose los labios, en pocos minutos dio vuelta una historia que ofrecía ingratitud. A los 42, el hábil Gaitán otra vez hizo magia con su exquisita zurda para picarle la pelota a Peratta y lograr el desahogo. Encima, dos minutos más tarde, Viatri se deshizo detodas las presiones que acarreaba y amplió la diferencia con un derechazo cruzado. Como para dejar en claro que Boca sigue vivo en los dos frentes; con experimentados o jóvenes, la sensación de confianza es la misma.
• Volvió al éxito en el Parque después de tres años
Boca volvió a ganar en el Parque Independencia después de tres años. El último éxito en el estadio de Newell s había sido por 2 a 1, por la 17» fecha del Clausura 2005, con goles de Palermo y Palacio.
LO POSITIVO
El Parque Independencia fue una verdadera caldera
Pese a que el cotejo se disputó en un día y horario laboral, el estadio lució con un marco fenomenal: hubo 35.000 personas y los gritos fueron ensordecedores.
LA OVACION
Rolando Schiavi, recordado por los hinchas xeneizes
El defensor, que actuó en el club de la Ribera entre 2001 y 2005 y ganó 7 títulos, fue aplaudido por los hinchas de Boca. Luego, el Flaco no gritó su gol.
LO NEGATIVO
El árbitro Javier Collado cumplió una pobre tarea
El juez tucumano tuvo un mal desempeño; cobró un inexistente penal en favor de Newell´s y debió castigar con más amonestaciones el juego brusco.
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