lunes, 22 de septiembre de 2008

NO AL CHAVO.

Está resuelto. La moneda de la ALBA (Alternativa Bolivariana para América Latina) será el chavo, que remplazará a las monedas de todos los países miembros. El nombre de la nueva divisa rinde homenaje tangencial a su mentalizador, el coronel Chávez, se enanca en la popularidad de un entrañable personaje de televisión y aprovecha que en muchas de las repúblicas de la región ya se denomina “chavo” al centavo, porque la unidad monetaria invariablemente terminará valiendo un centavo de dólar o de euro (esta paridad está por definirse).
En todo caso, el país más rico del grupo, Venezuela, será el que fije el valor de la nueva moneda, dándole un viso de respaldo con sus decrecientes ingresos petroleros. Como sabemos también forman parte de este cartel Nicaragua, Honduras, Cuba, Dominica y Bolivia. Ecuador ingresará después de las elecciones presidenciales de febrero del 2009. Si en el ínterin aparece algún otro pato, perfecto, porque así será “el chavo de los ocho”. El más interesado en la transformación monetaria será el nuevo miembro, es decir Ecuador, por montón de razones.
Primera, porque sería altamente incongruente que un miembro del más selecto club antiimperialista use como moneda el dólar yanqui. Segunda, porque la Constitución aprobada en septiembre del 2008 manda que se busque la integración monetaria de América Latina. Esto no es interpretación, lo establece expresamente el artículo 423, numeral 1. Tercera, su presidente es un graduado en desdolarización, el más conocido paper de su carrera académica trata justamente de eso.

Cuarta, porque las políticas implementadas por su gobierno no son sostenibles con la “camisa de fuerza” de la dolarización, especialmente desde el derrumbe de los precios del petróleo. Y quinta, porque incluso con los precios del petróleo al doble de lo que están en la actualidad, no será posible cumplir con los compromisos que impone al Estado la referida Constitución. Entonces, el coronel Chávez le dará imprimiendo a su aliado todos los billetes que quiera… al precio que se pueda. Me dirás, “pero esto último no puede ser, puesto que la emisión monetaria será regulada por un ente profesional y autónomo”… Pero ya sabemos lo que significa autonomía en el léxico del socialismo del siglo XXI.
Hasta aquí la parábola, o sea la “narración de un suceso fingido, de que se deduce, por comparación o semejanza, una verdad importante”. Y ni tan fingido, para allá vamos rápida e inevitablemente.

Por más que hayan cambiado de ministra, la terca verdad es que ni siquiera con el petróleo WTI a 110 dólares se podrá financiar el presupuesto del 2009, a menos que se recurra a más endeudamiento. Pero, curiosamente, se dice que si baja el petróleo no se pagará la deuda externa. Ustedes entenderían si les digo que si me bajan el sueldo me endeudo para seguir la farra, pero que si me bajan el sueldo no pago la deuda, ¿habrá algún banquero tan descerebrado que me quiera prestar plata después de semejantes declaraciones?
Pero semejante galimatías sí tiene una salida: la chavización. El próximo domingo daremos ese salto al vacío. ¿Vas a colaborar en tal suicidio colectivo?

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