viernes, 22 de febrero de 2008

LA CHAMPIONS DE MESSI


Cuando a finales de mayo se haga un balance de la temporada se podrá valorar si Glasgow fue el punto de inflexión que necesitaba el Barça para convertir un ejercicio mediocre en exitoso. La ilusión de todos los barcelonistas es que la imagen ofrecida ante el Celtic no sea un espejismo. Y se agarran al factor RH para ser positivos: la 'R' de Ronaldinho, que renació de sus supuestas cenizas, y la 'H', de Henry, que en Escocia revivió su pasado 'gunner', el mejor piropo que se le puede hacer.
Messi logró dos golazos en el Celtic Park, fue el mejor del equipo, pero de él no se dudaba. Ni siquiera era 'sospechoso' por haber encadenado un par de malos encuentros consecutivos. Todo el mundo sabe que su genialidad es un valor al alza. Sólo estaba algo desgastado por llevar la etiqueta de 'único jugador desequilibrante' del Barça en ausencia de Eto'o, ante los altibajos de Henry y debido al mal momento de Ronaldinho. Pero en Glasgow todo fue distinto. Las defensas escocesas tuvieron que preocuparse de más cracks, no sólo de Messi, y el argentino brilló.
El brasileño, generoso
Ronnie volvió a disfrutar del fútbol y el equipo lo agradeció porque sencillamente le necesita. El brasileño siempre eligió el pase correcto, en corto y en largo; atrajo a varios contrarios y tocó rápido creando situaciones de superioridad numérica para sus compañeros; ya intentó encarar a sus marcadores; e incluso se esmeró tanto en su punto débil, la presión al contrario, que robó 5 balones, uno de los cuales acabó en el 2-2 logrado por Henry. Minuto tras minuto iba recuperando sus mejores sensaciones y por eso frunció el ceño cuando vio como desde la banda se levantaba en el 73' su '10' para ser sustituido. El aplauso unánime con el que le despidió la afición del Celtic le devolvió la sonrisa.
Lo de Ronaldinho es impresionante porque mejoró al equipo pese a estar todavía lejos de su cien por cien. La evolución de las últimas semanas es incuestionable y todo indica que, si sigue progresando así, llegará en forma al momento clave de la campaña.
El francés, a lo 'gunner'
Thierry Henry no estaba tan fuera de combate como Ronaldinho, pero su irregularidad comenzaba a desesperar. En Glasgow hizo un partido muy completo en el plano individual y en el colectivo jugando en la posición donde más cómodo se siente: de '9'. Creó ocasiones (5 de los 24 disparos a portería, récord de los octavos y del Barça en esta Champions, fueron suyos) y ayudó en la presión al más puro estilo Eto'o. Adornó su aportación con un golazo como los que lograba con el Arsenal. Se intuye que físicamente no aguanta dos partidos seguidos a un gran nivel, pero eso tiene que dejar de ser un problema. El regreso de Eto'o permitirá hacer rotaciones entre los cuatro de arriba

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