
Riquelme, Messi y Agüero tienen diferencias en sus figuras que se complementan. Riquelme es derecho, Messi es zurdo y Agüero define con los dos pies sin problemas. Riquelme es alto, Messi y Agüero, bajitos. Riquelme es aclamado por todo Boca, Messi lo es por todo Barcelona y Agüero eclipsa en Atlético de Madrid. Riquelme es la bandera del último gran N° 10, Messi es valioso en ese puesto, como en tantos más, y Agüero es sinónimo de gol cuando entra en el área. Los tres son parten del plantel actual del seleccionado y conformarán el ataque que tiene en mente Basile para enfrentar pasado mañana a Ecuador, en el Monumental, por la 5ta fecha de las eliminatorias. Todo un lujo.
Riquelme fue campeón mundial juvenil en 1997, Messi fue el emblema de otra vuelta del Sub 20 en 2005 y Agüero el estandarte del título en Canadá 2007. Riquelme sufrió en exceso más de una crítica por su tarea en Alemania 2006, Messi se lamentó por sus escasas oportunidades en aquella cita y Agüero nunca estuvo en los planes para un Mundial de mayores. Riquelme sabe que llegó a lo más alto de su carrera; Messi y Agüero sienten que la cúspide aún no llegó.
"Leo y Sergio son el futuro del fútbol argentino. Jugadores fantásticos", dice Riquelme de Messi y Agüero. "Román es un jugador con mucho talento, un verdadero lujo", cuenta Lionel de Riquelme. "Riquelme es el jugador que todos queremos tener en un equipo. Y Leo..., Leo es un amigo de la vida", comenta Agüero de Román y la Pulga. Los deseos del Coco para este primer partido los reúne otra vez. En el olvido la renuncia de Riquelme, bien en el presente la valentía de Messi y la espontaneidad de Agüero.
Riquelme necesita ser el líder futbolístico de un equipo para rendir mejor. Basile lo sabe y le da ese lugar al ubicarlo entre sus preferidos. Y como comulga la idea, el Coco le otorgó el mando adentro de la cancha de este equipo que se prepara para el Mundial de Sudáfrica. El otro mando, el externo, lo tiene que ejercer él, el entrenador. Con toda amplitud y con todo rigor. En la elección del plantel, en las afinidades del grupo, en las características de los jugadores que sean capaces de respaldar el liderazgo de Riquelme, por temperamento y por juego. Y en la búsqueda de la cohesión es que se inclina por rodearlo adelante con Messi y Agüero, un tándem que lo seduce por el buen entendimiento de ambos.
Basile, frente a la ausencia de Riquelme, utilizó a Messi como una suerte de enlace en los amistosos recientes (4-1 sobre México y 0-0 ante EE.UU.). La Pulga aprobó el examen, aunque su nuevo lugar en el próximo desafío del seleccionado, seguramente, será en el ataque, apenas unos metros delante de Riquelme y bien cerca de su amigo, el Kun.
La condición de ideólogo de las propuestas ofensivas del equipo, ubican a Riquelme como el imán para todos los movimientos del equipo. El partido con Ecuador entregará las respuestas de cómo se llevarán el rol organizador de Riquelme con el talento en velocidad que comparten Messi y Agüero. Todo está por verse.
¿Qué piensan ellos? "Con jugadores -explica Riquelme- con condiciones técnicas como Lionel o Sergio es mucho más fácil jugar. A mi me ofrecen muchas variantes y eso es algo muy bueno para la selección. Quizás algunos nunca estén conformes porque siempre hay alguno que debe quedar afuera." Messi comparte el pensamiento: "En la Copa América demostramos que muchos de los que estamos en esta selección podemos jugar juntos y hacerlo bien. Todo es sencillo cuando estás al lado de un conductor del nivel de Riquelme". Y, a su estilo, el Kun Agüero da su punto de vista. "Ojalá todos los días pueda jugar al lado de Riquelme y de Messi. ¿No todos pueden tener la suerte de hacerlo? Más allá de los nombres, primero está la selección y tenemos que salir a jugar teniendo eso en claro."
Uno será el conductor, el otro el desequilibrio capaz de abrir un partido, y el otro el definidor. O viceversa. La pelota está de fiesta. El destino quiso que el fútbol se reencuentre en otra página de selección.
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