miércoles, 18 de junio de 2008

UN CULEBRÓN DE ESTRELLAS

BELO HORIZONTE, Brasil (De nuestros enviados especiales).- No bien el seleccionado argentino aterrizó en suelo brasileño, las versiones sobre una posible disputa interna entre Juan Román Riquelme y Lionel Messi se extendieron como reguero de pólvora. Todo explotó cuando se ventilaron más detalles acerca de una trama que esconde una puja por el liderazgo del equipo y diferencias internas que, de a poco, se van haciendo abismales.

Todo comenzó en Buenos Aires. Acostumbrado a llevar en un puño el poder en el fútbol argentino, Julio Humberto Grondona habría ingresado en el vestuario del Monumental tras el empate con Ecuador. Con su estilo campechano, le habría sugerido a Messi: "Este equipo es tuyo". Las palabras retumbaron en el silencio de un camarín de rostros apenados por una actuación deslucida. A un lado, Riquelme escuchó al presidente de la AFA, pero no dijo nada. Todos habían oído la sentencia de Don Julio.

Algunas fuentes juran que el conflicto se desató antes del partido del domingo último. Dan precisiones: el jueves. Ese día, en plena concentración en el predio de Ezeiza, Messi habría caído en un pozo de angustia por los destratos que habría acusado recibir del jugador de Boca. "No aguanto más a Riquelme", habría suspirado, casi al borde de la exasperación.

A partir de entonces, surge la figura de Juan Sebastián Verón, que no se encuentra en esta ciudad, pero cuya voz se escuchó desde Buenos Aires. Enterado de los cortocircuitos, el volante de Estudiantes intentó ser el nexo entre Messi y Riquelme durante el encuentro con Ecuador. Aprovechó cada pelota detenida para hablar con ambos en el afán de encontrar la sintonía de juego necesaria para superar al rival. Jamás lo logró.

A las 20.30 de anoche, Riquelme tomó la palabra. En un salón del hotel Ouro Minas, el aire parecía cortarse con el filo de una sevillana. La transcripción de este diálogo, entre un periodista del diario Olé y el N° 10, lo reflejó.

-¿Cómo te llevas con Messi?

-¿Por qué?

-Porque hay versiones sobre una pelea y que existen diferencias entre ustedes...

-No, para nada. Es un invento más que me ponen en el camino.

-¿Pero por qué crees que siempre estás vos en el medio? Pasó en Boca, pasa en la selección...

-Debe ser porque no le caigo bien a mucha gente.

Riquelme acompañó cada frase con una risa incómoda. Además, resultó sugestivo que sea él, siendo que le fastidia tanta exposición mediática, el que haya acompañado al capitán Javier Zanetti a la conferencia de prensa. Messi, en cambio, se refugió en el silencio.

Echadas a rodar las versiones, Grondona tuvo un escape furtivo para minimizar el cortocircuito. "Es una estupidez que no voy a desmentir porque jamás estuve en el vestuario. Hace seis meses que no hablo con la prensa porque inventan cosas", dijo el dirigente, en el lobby del búnker albiceleste.

Algunos integrantes del plantel, entre ellos Verón, no quisieran pasar por alto este clima de convulsión. La Brujita argumentó en radio La Red problemas familiares y físicos para su permanencia en Buenos Aires. Tal vez su mensaje abona los trascendidos sobre diferencias internas, ya que Esteban Cambiasso y Martín Demichelis no están en condiciones de jugar esta noche frente a Brasil, pero son parte de la delegación nacional.

La usina de rumores disparaba a cualquier lado. Se intuye que el liderazgo exclusivo que pretendería ejercer Riquelme se le habría ido de la manos hasta al propio cuerpo técnico. Ese caracter de indiscutible que tanto remarca Alfio Basile podría haber sido el comienzo del foco del conflicto. Incluso, cuentan que los malestares se extendieron tanto que ningún jugador desea compartir la habitación con la figura xeneize.

La creciente ola de versiones sobre peleas internas en diversos clubes argentinos (Boca, River y San Lorenzo) habría alcanzado a la selección. Un clima adverso, lleno de rumores y diferencias, dejó la información acerca del clásico con Brasil en un segundo plano. En este culebrón de estrellas, el seleccionado es el que pierde. Porque, juntos, todo sería más fácil.
 Hacía tiempo que no se oían disputas internas
La selección no atravesaba tiempos de rumores sobre peleas desde la época de Daniel Passarella y los comienzos de Marcelo Bielsa. Por entonces, las diferencias habrían sido entre algunos jugadores (Verón, Piojo López, entre otros) que preferían a Hernán Crespo cuando el titular era Gabriel Batistuta.


Juan Román Riquelme

“Es un invento más que me ponen en el camino. Mañana dirán que me peleo con otro y así... Debe ser porque no le caigo bien a mucha gente.”

Julio Humberto Grondona

“Es una estupidez y no voy a desmentir algo que no hice. Nunca pasé por el vestuario. No hablo con la prensa porque me inventan cosas.”

Juan Sebastián Verón

“Venía cargado y no tuve tiempo de ponerme bien. Lo hablé con Basile y me dio permiso para quedarme. Además, no fui porque mi hijo está enfermo.”

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