miércoles, 9 de julio de 2008

EDITORIAL: MANIOBRA ELECTORAL

La intervención de ayer del Gobierno Nacional en varios canales de televisión constituye un atropello a la libertad de expresión disfrazado de reivindicación social. Aquí lo que cuenta no son las empresas que se le incautarán al grupo Isaías –algo que en otras circunstancias se restringiría al ámbito jurídico-, sino que con ese pretexto se quiera avanzar en el control estatal de los medios de comunicación.
Hay varios hechos que lo demuestran. Para comenzar, durante un año y medio el Gobierno amenazó la libertad de expresión con insultos y presiones de todo orden. ¿Podemos creerle ahora que esto no tiene nada que ver con su obsesión por controlar los medios?
El régimen ya obtuvo antes el control de diario El Telégrafo, pero en lugar de venderlo para beneficiar a los estafados por la banca corrupta, lo convirtió en su vocero incondicional. Similar papel cumple el canal de televisión estatal, a pesar de que se aseguró que ambos serían ejemplos de prensa independiente.
La medida se la toma, asimismo, al inicio de una campaña electoral difícil para el Gobierno, que necesita revertir la decepción en las encuestas provocada por la Asamblea Constituyente. De eso se trata, de agregar a ese bloque de medios oficialistas dos canales más, con miras a una campaña agresiva.
Por último, el régimen intervino estas empresas no solo en el ámbito administrativo y comercial –como correspondería, si el objetivo fuese recuperar el dinero de los clientes del ex Filanbanco-, sino que ha reemplazado a los directivos de sus noticiarios por un solo funcionario designado en Carondelet.
No descartamos, aun así, que el Gobierno, que tiene una fijación con las encuestas, retroceda parcialmente y renuncie a controlar los noticiarios de los canales por respeto a la democracia.
tomado del Diario El Universo

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