Cuándo vas a tener hijos? ¿Cocinás? ¿Cómo está tu tobillo? ¿Cómo desalentarías a las mujeres que quieren estar con vos? ¿Popovich es tan malo? El más variado abanico de preguntas debió afrontar Manu Ginóbili ayer, a pocas horas de regresar de Rosario con el seleccionado nacional. Aproximadamente 25 medios se reunieron a media tarde en un hotel de la zona de Palermo, convocados por Nike y el lanzamiento de la línea de ropa exclusiva del basquetbolista, para pelotearlo con los más insólitos interrogantes, pero también con los más repetidos.
El bahiense dejó la concentración del seleccionado, que mañana comenzará a disputar el Top 4 en el Luna Park, para contestar con paciencia tibetana y simpatía inclaudicable a cada entrevistador, fuera de la especialidad que fuere.
"En unos días comenzaré a entrenar con oposición, frenando y saltando, para ver cómo sigue la evolución de la lesión. También sabré si tengo miedo a forzar el tobillo. Por ahora todo va bien, pero lamento que se hable tanto de esto; me gustaría que todo se enfocara más en el equipo. Hablar del tobillo me distrae y no disfruto del proceso con mis compañeros. Lo único que puedo decir es que tengo unas ganas locas de ir a los Juegos", señaló sobre la lesión. Pero no fue lo único. También aceptó que le propusieron decenas de soluciones mágicas para ese maltrecho tobillo: "Desde plantillas, aguas sanadoras y agujas, hasta cremas y linimentos, de todo Y algún par de cosas probé", agregó sonriente.
No hubo un hilo conductor en la charla, los temas se entremezclaron continuamente. Por eso, también se le escuchó decir: "Sí, claro, mi mujer y yo queremos tener un hijo, ya tengo 30 años y siento que estoy preparado. Ya vendrá". Y siguió con asuntos culinarios: "No, no cocino, no lavo ni nada. Llego a casa, dejo el bolso y me pongo con la compu". Eso sí, aceptó que tiene una habitación especial con todas sus zapatillas y ropas deportivas. Luego se refirió a las supuestas fantasías que despierta en las mujeres. "Si tengo que desalentarlas les diría que quiero muchísimo a mi esposa, que es la número uno y la mejor del mundo, aunque acepto que soy irresistible." Respuesta que acompañó con una carcajada.
De regreso al básquetbol, acotó que "Popovich no es tan duro porque entiende muy bien sus sentimientos y sabe lo que significa un Juego Olímpico y el hecho de representar al país".
En medio de tantos micrófonos a centímetros de su boca y los periodistas chocando varias preguntas en cada pausa, Manu agregó: "Hoy me siento más dentro que fuera de los Juegos, pero también sé que no voy a llegar en un ciento por ciento de mi estado físico porque aunque 25 días parezcan suficientes, yo siempre llegaba a la selección con una base de trabajo previo particular que ahora no tengo".
Finalmente se lamentó de no poder jugar en el Luna Park. "Nunca jugué allí, nunca se dio, espero hacerlo alguna vez." Y no faltó, por supuesto, la referencia a su línea de ropa deportiva que acaba de lanzar al mercado. "Colaboré mucho en todo el proceso creativo y se plasmó de acuerdo con lo que yo usaría y con lo que me siento cómodo. Por eso estoy muy contento con el producto." Después de casi 90 minutos sin dejar de responder, llegó el momento de las sesiones de fisioterapia y ejercicios en la cancha junto al resto del seleccionado nacional. Un hábitat donde seguramente se sentirá mejor, aunque él parece convivir cómodamente con el personaje humilde, simpático y mundano de fuera de la cancha y el aguerrido y apasionado competidor que sólo quiere ganar en el básquetbol. Como lo refleja su última publicidad.
• Leo Gutiérrez y Oberto, los otros ausentes
El médico del seleccionado, Diego Grippo, informó que Fabricio Oberto y Leonardo Gutiérrez sufrieron sendas roturas fibrilares en una pierna y necesitarán una semana de recuperación, por lo que se perderán los encuentros en el Luna Park de mañana y el domingo. El equipo arribó en el mediodía de ayer a Buenos Aires y por la tarde se entrenó en la Bombonerita, el mismo escenario en donde hoy lo hará en doble turno.
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