SHANGHAI (De un enviado especial).- El seleccionado argentino Sub 23 se clasificó para los cuartos de final de los Juegos Olímpicos, pero sirve como ejemplo dos situaciones que se dieron en el partido de ayer para entender cómo sufrió Argentina para ganarle a Australia por el mínimo resultado. La primera tiene que ver con el reemplazo de Lionel Messi, a los 47 minutos del segundo tiempo. Cuando ante Costa de Marfil el DT Sergio Batista hizo lo mismo sobre el final, fue para que el público chino ovacionara al futbolista de Barcelona, figura decisiva en el debut del Sub 23 en esta ciudad. Frente a Australia significó un recurso para "congelar" el partido. El seleccionado mereció ganar -y por una diferencia mayor-, aunque nunca tuvo controlado el desarrollo, y sobre el epílogo casi se lo empatan en una acción más emparentada con los errores propios que los méritos rivales.
La segunda imagen tiene que ver con el gol de Ezequiel Lavezzi, a 13 minutos del final del partido. En ese momento Batista iba a realizar un cambio: Lautaro Acosta (autor del segundo gol ante Costa de Marfil) por Lavezzi. También se necesita de un poquito de suerte o de estar en el momento justo en el lugar indicado para conseguir algo que se merece. Por el gol y su genial jugada es que la Argentina consiguió la clasificación para los cuartos de final de los Juegos Olímpicos y encima, por la victoria de Costa de Marfil 4-2 sobre Serbia, sabe que con sólo empatar ante los europeos, en Pekín, se asegurará el primer puesto del Grupo A.
El seleccionado nacional creó muchas situaciones de gol, pero por bajos rendimientos y fallas en la puntería apenas festejó un solo tanto. La perla igual merece ser detallada: Di María (el principal responsable en la creación y el último pase) capturó un rechazo largo, pero no sólo la amortiguó, sino que, con el mismo movimiento, dejó a Riquelme en posición de comandar un contraataque; el N° 10 tiró una pared con Messi y, en la devolución, la abrió para Di María, que envió un preciso centro al segundo palo para que Lavezzi, con un toque con la cara interna del botín derecho cruzara el remate al segundo palo. El golazo tuvo, además, sincronización con toques de primera en varios protagonistas. Jugadas como ésas es lo que esperan todos, pero se ven con cuentagotas.
La Argentina está en deuda. No desde el resultado, sino desde el funcionamiento. Por momentos superpone jugadores en las funciones del último pase y en el círculo central. Lavezzi y Agüero no tienen características de los históricos N° 9 de área, por lo que se confunden en la función sobre quién debe "ir por adentro" y quién "por afuera". Juan Román Riquelme se superpone más con Gago que con Messi. Ante Australia, el N° 10 estuvo más retrasado que cerca del área. Y si bien exigió con remates desde afuera del área y tiros libres, su función estuvo más como lanzador en la zona de Gago y Mascherano (así había llegado el gol de Messi ante Costa de Marfil) que cerca del área rival.
La defensa se muestra floja, sobre todo el ala izquierda, con un Fabián Monzón perdido entre el cambio lógico que generan los millones que ofreció Hamburgo y la carrera meteórica entre Boca y la selección. Ustari atrapó un par de balones, pero no se lo ve firme. Garay está muy lejos de su nivel y Fazio no logró reemplazar correctamente a Pareja. Estos desacoples generan un sacrificio extra de Mascherano, que camina al borde de la amarilla por intentar cubrir errores de sus compañeros. Y se potencia cuando Gago está impreciso.
Otro seleccionado con iguales actitudes defensivas que Australia, pero con más decisión y peso en los contraataques, le puede generar más de un dolor de cabeza. Y habría que ver allí si, a la selección Sub 23, le alcanza con un solo gol para tapar los interrogantes.
• Lavezzi: el país y el gol
"Representar a su país es lo mejor que le puede pasar a un jugador y el argentino tiene un sentimiento especial. Ojalá que lleguemos lejos. ¿Si me di cuenta de que el cambio de Lautaro iba a ser por mí? No, la verdad es que no, pero bueno Por suerte creo que el gol sirvió para ganar y eso es lo importante".
• Di María, la figura, pide cancha
"Todos somos importantes acá. Creo que el técnico, cuando hace los cambios, piensa en sumar en el rendimiento del equipo. Creo que lo logró. Tengo que seguir así, de esta manera, demostrándole al entrenador que tengo ganas de estar entre los titulares".
• Agüero, con autocrítica
"Estoy con bronca porque no puedo jugar en mi nivel ni rendir como yo quisiera. En el sistema que hacemos la pelota no llega mucho y yo, como jugador de área, no la puedo agarrar nunca. Debemos buscar un mejor funcionamiento, pero lo vamos a conseguir".
• Messi: sólo los triunfos "Nos clasificamos, ganamos los dos partidos. Eso es lo más importante y es lo único que podemos rescatar, que conseguimos los seis puntos. Creo que podríamos haber jugado mejor porque el equipo tiene mucho más para dar. Esperemos poder superarnos en el próximo partido
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