miércoles, 8 de octubre de 2008

DISPAREN CONTRA RIQUELME


Quebrado. Así está el plantel de Boca. Las tres derrotas sufridas en los últimos cuatro partidos del Apertura generaron un revuelo insospechado, que desembocó en explosivas declaraciones de Julio César Cáceres contra Juan Román Riquelme. El detonante lo activó el defensor desde Asunción, donde está con el seleccionado paraguayo, en declaraciones a Radio Cáritas. Hablaba con periodistas de su país sobre los problemas del equipo xeneize y el desgaste físico del zaguero entre los compromisos locales y los internacionales, hasta que le preguntaron:
-Lo que son los resultados en Boca. Porque perdieron y ahora aparecen rumores, como lo que pasó con el arquero (por Caranta), que dicen que está enfrentado con Riquelme...
-Riquelme es una persona complicada, difícil de manejar. En los partidos algunos compañeros se molestan por sus actitudes. En unos aparenta correr; en otros aparenta estar pasivo. Y levanta rumores de los mismos compañeros. Hubo muchas versiones. Dicen que el arquero pidió no jugar, pero ningún jugador en Boca pediría no jugar. No se aclaró bien.


-¿A qué atribuís que Riquelme tenga tantos altibajos en su nivel?
-Y él volvió de ganar la medalla de oro un miércoles y quiso jugar la final de la Recopa con Arsenal. Jugó lo normal, digamos. Marcó el empate. Dimos la vuelta. Es un privilegio para uno ganar la medalla de oro en un Juego Olímpico y volver y tener un partido casi servido como para poder entrar, jugar y dar otra vuelta. El hizo todo eso y fue convocado nuevamente a la selección. Puedo decir que a lo mejor está cansado o fatigado mentalmente. Dicen que Riquelme pide a tal jugador o porque apoya a éste o porque está motivado por jugar en su selección más que en Boca.
"Yo también lo noto así. Porque en algunos partidos de la selección se movió en forma diferente en la cancha. En Boca es un poco más pasivo. En cualquier momento te puede dar un pase de gol o definir un partido, pero le está costando ahora muchísimo. Porque no ha alcanzado el nivel que normalmente da. Y él se está dejando llevar por este ritmo. Debería estar un poquito mejor en lo anímico, trabajar un poco más. Es un jugador que ganó prácticamente todo. Y si por ahí en el fútbol uno no tiene motivación, debe dar un paso al costado. Porque el fútbol es el presente, el día a día. Hay que tener siempre la motivación de jugar. Por ahí gracias a su esfuerzo anterior no necesitará económicamente. En el fútbol hay que tener motivación y deseo de ayudar a sus compañeros. Todos tienen que dar lo mejor.
"La diferencia que yo encontré en Riquelme y Palermo es ésa. Desde que llegué, Palermo, que tiene 34 años, hace la pretemporada a la par de chicos de 17. Eso te sorprende porque es un tipo que en Boca ha ganado todo. Siempre se ha motivado. Es diferente. Tiene un carácter fuerte. Pero es como para manejar un grupo. Nunca tiene mala cara para trabajar. Siempre está primero y está en la punta del grupo. Si hacés diez pasadas él hace las diez sin decir nada. Esas son las diferencias entre esas dos personas. Y ambos son figuras importantes.
"Hay un poco de remordimiento entre un compañero y otro y por ahí no están saliendo las cosas. No hay una unión completa en el vestuario. Aparenta eso. Por ahí no está habiendo un acuerdo total entre los jugadores. Entre Román, que maneja el grupo. El pensamiento de otros es diferente".
Ante semejante cuadro, Riquelme no tardó en aparecer. Lo hizo en Fox Sports y Canal 13: "Al club le di todo y ojalá le pueda dar más. Me siento agobiado por lo que pasa. Parece que si alguien se dobla un tobillo es culpa de Riquelme. Lo que se dijo de Dátolo me causaba risa. En enero se estaba por ir a Chile y se quedó y comenzó a levantar su nivel. Decían que era gracias a Riquelme, que lo aconsejó bien. Pero lo de Cáceres no me causa risa; él no le dio nada a Boca. Puede ser que no le caiga simpático a algunos. Escuché lo que dijo, pero si dice eso es porque no quiere estar más en Boca. Si se fue mal de todos los clubes. Se perdieron todos los códigos. Esto debería hablarse en el vestuario. Cuando la gente decía que jugaba mal, el pel... que dijo que Cáceres era el mejor central del país fue Riquelme. No sé; lo habrá dicho para que se hable de esto y no de lo mal que está jugando. Yo no soy el dueño del club. No me hace falta tener amigos. Hace 12 años que conozco el vestuario de Boca y sólo me hice amigo de Ibarra y el Chelo Delgado. El club sabe cómo soy. No tengo nada que demostrarle a nadie".
Antes, Cáceres vio la repercusión que habían tomado sus declaraciones y por la noche buscó calmar los ánimos en Radio Mitre: "Quise decir..." ; "En realidad..." , fueron los latiguillos más repetidos, aunque fue más allá: "Nunca dije que tenía que dar un paso al costado. Me imagino que Riquelme se va a reír cuando lea mis declaraciones. Sabe que no creo problemas. Si lo que dije va a traer lío, tendré que hablar a la vuelta con Román. El tema es que no tenemos mucha comunicación. Siempre está callado. Prácticamente es el dueño del equipo, pero la culpa se nos echa a nosotros. No sé qué pasará conmigo. Hablaré con Román, espero que todo marche como hasta ahora. O no jugaré..."
El paraguayo no hizo otra cosa que confirmar el enojo de varios futbolistas con Riquelme. Marcó diferencias con Palermo, defendió a Caranta y hasta le sugirió que lo mejor sería un "paso al costado" sino está motivado.
¿Si Riquelme tuvo que ver en la exclusión del arquero? Fue algo que se instaló también, pero Caranta dice una cosa fuera de micrófono y otra ante los medios. No reconoce que se molestó porque el enganche dijo que Carrizo era el mejor arquero de la Argentina o cuando tanteó a Roberto Abbondanzieri para que volviera. Tampoco hay feeling con Palermo (todos consideran al N° 9 un líder positivo), Battaglia, Palacio ni Morel Rodríguez. Ni siquiera se lleva bien con Dátolo, con quien alguna vez tuvo relación. Lo negó, pero fue Riquelme quien se negó a que Guillermo Barros Schelotto fuera DT de Boca en diciembre de 2007.
Riquelme fue claro: sólo es amigo de Ibarra y Delgado. Hoy, además de Damián Díaz, tiene relación con Javier García, Pablo Mouche y algunos juveniles, como Lucas Viatri, pero está distanciado del resto. Aunque todos lo callen.

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