viernes, 19 de diciembre de 2008

CADA VEZ CON MÁS PODER


La influencia de Juan Román Riquelme en Boca es cada vez más profunda y muchas veces, sus sentencias rozan la arrogancia. Hace tiempo que el número 10 no sólo se encarga de la creación del equipo, sino también de aspectos que exceden lo deportivo. Por su condición de "distinto" tiene libertades para hacer y disponer, para ponerse en el lugar de las autoridades y afirmar que Carlos Ischia debe seguir en su cargo más allá del resultado final, para enojarse con la prensa cuando las diferencias internas se hicieron públicas..., luego de que los propios jugadores xeneizes las revelaran. Ayer, a pocas horas del desafío de mañana ante San Lorenzo, por el triangular que definirá el Apertura, Román volvió a ostentar el poder que posee en el club.
Un informe del diario Olé divulgó que JR había participado de una cena organizada por la barra brava boquense, en Luján, para recaudar fondos para supuestas obras benéficas. En una conferencia de prensa, en Casa Amarilla, el enganche no sólo admitió el encuentro, sino que lo justificó: "A la gente de Luján le agradezco el cariño que me dio. Es verdad que fui invitado por gente del club. Me parecía normal, que tenía que ir. No me interesa quién me invita, siempre que sea para un acto benéfico. Estoy para ayudar al que pueda y en este caso era para donar una silla de ruedas para un chico enfermo. ¿Hice algo malo?" Un periodista le preguntó si "el fin justificaba los medios" y Riquelme se alteró. "Ni me interesa hablar de esto. ¿Tan difícil es entender? Estuve una hora y se consiguió hacer un acto benéfico. Vos hablaste de un narcotraficante. Uno puede ser hincha de Boca y no necesariamente es una mala persona. Bueno, basta, basta. Si es por un acto benéfico yo voy a cualquier lado", cerró, disgustado.
La floja respuesta del arquero Javier García ante Colón, el domingo pasado, en el sufrido 3-2, no pasó inadvertido para Román. Una versión indicaba que el cuerpo técnico evaluaba utilizar a Mauricio Caranta para el desempate, el mediocampista defendió impetuosamente al juvenil. "Todos hablan del error de García, pero hay que ver dónde arranca la jugada. Y todo arrancó en una jugada en la que perdí yo la pelota, después tiraron el centro, Javier la quiso controlar y se le fue; y gol de Colón. Igual, si ese error le pasó a Oscar Córdoba (ante Racing, en 2000, empate 1-1 en la Bombonera y en el mismo arco), que es el mejor de todos, le puede pasar a cualquiera. García demostró que está a la altura de las circunstancias. Con Gimnasia (0-0), en La Plata, atajó muy bien y gracias a ese punto que consiguió Boca estamos jugando esta final", afirmó, serio.
Por momentos, ácido, por otros irónico, Riquelme se quejó del exitismo local: "Si la pelota pega en el palo y entra, seremos unos fenómenos; pero si sale, será al revés. El otro día decían que Viatri y Figueroa no podían jugar juntos. Y ahora seguro que no pueden salir del equipo..."
Riquelme declaró sobre las posibilidades de Boca ante el Ciclón con la misma determinación con la que se refirió a los temas espinosos. Negó que ante San Lorenzo sea un clásico ("El nuestro es River y el de ellos, Huracán") y ponderó el poderío del plantel azulgrana. "Estoy contento con jugar otra final. Este año está siendo muy largo, por lo menos para mí, que arranqué el siete de enero y lo voy a terminar el próximo martes (el partido vs. Tigre), pero al mismo tiempo se disfruta. Vamos a enfrentar al mejor plantel, pero el mejor equipo será el que gane el triangular. ¿Si tenemos ventajas físicas? Puede ser, pero San Lorenzo sabe que para ellos son los últimos 90 minutos del año. Tienen la moral alta".
Hace unos días, a las oficinas de la Bombonera llegó una oferta por Riquelme desde Brasil, que los dirigentes ni siquiera evaluaron. Un periodista de ese país le preguntó al N° 10 si se veía con chances de emigrar a Corinthians. Pero Román fue contundente: "De acá no me quiero ir nunca más. Si quieren que vaya a un amistoso o un partido benéfico voy, pero yo me quedo en Boca".
Punto y aparte. Espinoso, influyente... Riquelme, cada vez con más poder.
• Viatri y Cáceres, con molestias y con poco trabajo
El delantero Lucas Viatri, con una fatiga en el muslo derecho, y el zaguero Julio César Cáceres, con una entorsis de tobillo derecho, ayer se entrenaron en forma diferenciada, pero actuarán ante San Lorenzo. El probable equipo: García; Ibarra, Cáceres, Forlín y Morel Rodríguez; Vargas, Battaglia y Dátolo; Riquelme; Viatri y Figueroa.

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