sábado, 20 de diciembre de 2008

UN CAMPEÓN... O MÁS SUSPENSO


La película del torneo Apertura puede tener una definición hoy. O continuar el suspenso... y las suspicacias. El electrizante final de fiesta de un certamen inédito podría resolverse esta tarde, en la cancha de Racing, con uno de los clásicos más apasionantes del fútbol doméstico. O, en cambio, podría trasladarse la tensión hacia el martes próximo, pero claro: ésa será otra historia. Lo importante, lo trascendente, es que hoy podría coronarse un campeón. Si San Lorenzo, vencedor de Tigre por 2 a 1, el miércoles último, gana otra vez, dará la vuelta olímpica y habrá festejos hasta el anochecer en el Bajo Flores. Si, en cambio, Boca empata o gana, la teoría advierte que tendría el título en la mesa de Navidad: el martes, contra Tigre, definirá la cuestión.
Con esas cartas en la mano se enfrentarán hoy San Lorenzo y Boca, en el Cilindro, desde las 18.30, en un partido con sabor a todo o nada. Se repite: si el Ciclón se impone en la escena, no habrá lugar para la especulación, será una noche de título azulgrana, el 11° de su historia doméstica. En cambio, un empate transformaría el veredicto: Tigre automáticamente se quedará al margen, San Lorenzo conservará la chance, pero Boca tendrá todo a favor. Si el equipo xeneize triunfa, Tigre seguirá en carrera, por lo que el juego de las suspicacias dominan las últimas horas. Claudio Morel Rodríguez, el defensor de Boca, fue elocuente. "Sabemos que el empate no es malo, pero nosotros queremos ganar mañana (por hoy) y el martes", dijo. Porque este llamativo razonamiento incluye la gran definición: para muchos, el empate sería el resultado ideal para Boca, que definiría con un Tigre diezmado, sin el arquero ni el N°5 titulares y, además, sin posibilidades de consagrarse.
En las últimas horas, al margen del juego, se generaron muchas historias ajenas a tácticas y gambetas, como las críticas de San Lorenzo hacia los arbitrajes, como el último, de Saúl Laverni contra Tigre o frente a la manera en que se resolvió la definición, ya que lo lógico hubiese sido que el perdedor del primer partido -en este caso, Tigre-, debería haber jugado hoy. También, en Boca surgieron voces, como las expresadas por Morel Rodríguez, al menos, por lo bajo; una defensa de la labor de los jueces -muchos insistieron que beneficiaron a Boca- y hasta la sugestiva relación entre Román Riquelme y la barra brava xeneize.
Y, como tantas veces, el juego parece quedar de lado. No debería: son dos equipos de primer nivel, con muchas figuras, que deberían brindar un gran espectáculo, más allá de las presiones.
San Lorenzo, tal vez, sea el mejor armado en esta etapa final. Se levantó luego de una etapa errante, con tareas convincentes y excelente juego asociado. Puede ser que no mantenga el mismo nivel en los 90 minutos -suele caerse en las partes finales-, pero tiene un potencial suficiente para ganar hoy y cortar con el universo de especulaciones. El medio campo, sencillamente, es un lujo: a partir de la lesión de Rivero, Barrientos encontró su posición en el sector derecho, desde donde brilla. Solari, en la otra banda, es la cuota de sutileza y, en el círculo central, Ledesma y Torres resultan la combinación justa de fútbol y quite.
Boca, obvio, ya tomó nota. Le ganó en el torneo 1-0, con un tanto de Riquelme, el as de espadas y una abrumadora diferencia futbolera. Y, si bien el historial le es desfavorable -ocho partidos de ventaja tiene el Ciclón-, sabe Boca cómo se juegan esta clase de partidos.

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